Hoy va de mitos
El motivo es de fechas y los nuevos tiempos
Deméter/Madre Tierra (la vida) y el Hades subterráneo (la muerte)
disputan por la posesión de Perséfone (el renacer de cada Primavera) cuyo
destino es morir para poder sobrevivir, en un ciclo que se repite cada año.
El relato del mito es, en resumen, como sigue:
Deméter busca afanosa, desesperadamente, a su hija Perséfone (“la que lleva a
la destrucción-muerte”, diosa de la Primavera, Proserpina en Roma) que ha
desaparecido abducida por el Hades en el Hades (dios del mundo subterráneo en
el subsuelo de la Tierra). Al amenazar Deméter con una hambruna sin fin por la
ausencia de frutos y cosechas en la Tierra si Hades no le devolvía a su hija,
Hades y Deméter se sometieron al juicio de Zeus: Perséfone cohabitaría con
Hades en su mundo ctónico los 6 meses de invierno, y viviría con Deméter en la superficie
de la Tierra los otros 6 meses desde la floración de la primavera. El invierno
comenzaba el 1 de noviembre y en esta fecha se celebraba la Muerte de Perséfone, su encierro en
el mundo subterráneo, con más solemnidad y afluencia que la de su resurgimiento
en primavera. Por qué? porque nuestros abuelos sabían que en el proceso de
supervivencia del ser humano lo más importante era la muerte como origen de la
vida. Es la muerte del cadáver-semilla la que hace posible, tras su
enterramiento, su múltiple reproducción en la próxima primavera. El eterno
retorno. Así se entiende la fuerza que perdura en el tiempo de la fiesta que
exalta la muerte como protagonista de nuestra vida, desde Mesopotamia a México,
pasando por el Halloween en USA (All
Hallows Evening, ya cristianizado, mezclando –correctamente!- la muerte con
lo sagrado, ahora santificado).
Todas las instituciones paganas fueron colonizadas, vampirizadas, parasitadas por las religiones monoteístas que no podían dejar de aprovecharlas como si fueran propias. Para ello, y como no podían desarraigar una tradición secular de tanta fuerza, intentaron suplantarla con otra fiesta, ya cristiana, la de Todos los Santos, para sustituir la de Todos los Muertos, ignorando que santo-sagrado es lo mismo que impuro, contagioso, como todo lo que tiene que ver con la muerte. Pero la fuerza de esta celebración ha desplazado su censura (la cristiana de Todos los Santos) a otro día, el siguiente día 2. Con lo cual la fiesta del día 2 no es sino la versión cristiana de la misma fiesta, la pagana, que es la magnífica celebración de la Muerte el día anterior. Pues los fieles (paganos) confirman el sentido genuino de esta fiesta celebrando a sus muertos y yendo a los cementerios que es lo suyo.
Todas las instituciones paganas fueron colonizadas, vampirizadas, parasitadas por las religiones monoteístas que no podían dejar de aprovecharlas como si fueran propias. Para ello, y como no podían desarraigar una tradición secular de tanta fuerza, intentaron suplantarla con otra fiesta, ya cristiana, la de Todos los Santos, para sustituir la de Todos los Muertos, ignorando que santo-sagrado es lo mismo que impuro, contagioso, como todo lo que tiene que ver con la muerte. Pero la fuerza de esta celebración ha desplazado su censura (la cristiana de Todos los Santos) a otro día, el siguiente día 2. Con lo cual la fiesta del día 2 no es sino la versión cristiana de la misma fiesta, la pagana, que es la magnífica celebración de la Muerte el día anterior. Pues los fieles (paganos) confirman el sentido genuino de esta fiesta celebrando a sus muertos y yendo a los cementerios que es lo suyo.
2. Medea

3. Ariadna

Minos era el nombre del linaje del rey de
Creta, que lo era como cónyuge de la sacerdotisa Pasífae (luna-vaca que alumbra para todos) quien, al revestirse como vaca en
la cópula ritual, obligaba a Minos a tomar la apariencia totémica de Toro para
montarla, lo que implicaba su consiguiente sacrificio ritual. Pues la cópula de
un mortal con la “diosa” obligaba a su inmediata muerte ceremonial, a manos, en
este caso, de Teseo.
Ariadna, hija de los reyes de Creta, se
enamoró del ateniense e ingenió un artificio para ayudarle a superar la lucha
con el Minotauro. Ella sujetaría el cabo de un hilo del ovillo que entregó a
Teseo para que le ayudara a salir del laberinto. Aunque luego no llegó con él a
Atenas pues decidió quedarse en la isla de Naxos, límite de su territorio
cretense, para no perder su estatus y condición matrilineal.
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Eran mujeres las acróbatas que sorteaban los toros en Creta |
Los roles y actitudes de estas mujeres, Perséfone, Medea, Ariadna…, verdaderas autoras de las hazañas atribuidas posteriormente a sus varones, si se comparan con los roles y funciones de la mujer en las sociedades monoteístas actuales, las superan con ventaja. La niña pakistaní Malala Yusufzai, de 14 años, ha estado a punto de morir de un tiro en la cabeza por haberse atrevido a instruirse, y ya se sabe lo que pasa, que si aprenden en la escuela luego querrán enseñar a las demás, con el peligro de que puedan llegar a tomar decisiones por sí mismas (incluso de sus cuerpos, algo que personajes tan tétricos como el ministro Gallardón no estarán dispuestos jamás a consentir).
P/D: Al posible argumento crítico de que estas mujeres eran excepcionales y probablemente no reflejen a nuestras antepasadas en general, antes del patriarcado, por lo que habría que compararlas, si cabe, con mujeres históricas también excepcionales (que confirmarían la regla contraria), contesto aclarando que estas mujeres son míticas, por lo que reflejan valores culturales entonces vigentes, y así es cómo las veían nuestros antepasados. No se olvide que los mitos eran elementos del acervo cultural que servían de pautas de conducta. Y en cualquier caso dicen mucho de lo que la sociedad esperaba de ellas.
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