lunes, 22 de octubre de 2012

482. reflexiones y otros disparates del día (22/10/12)

1. Augusto Rajoy

Julio César era Augusto (augur) porque la función del vaticinio era competencia del Pontí-fice Máximo cuyo título también detentaba. Los augurios de Augusto Rajoy también pasarán a la historia, forman ya parte de ella. Basten cuatro ejemplos: 1. su niña, la que sería bien nutrida y estudiosa cuando él fuera gobernante (lo será por pertenecer a una clase elitista, porque de otra manera…); 2. su primo (o hermano o sobrino, no lo recuerdo) astrofísico incapaz de predecir ni el deshielo de Groenlandia; 3: su convincente promesa de que, al ser elegido Presidente, todo cambiaría en tres días, los mercados financieros volcarían en él su confianza, la economía crecería hasta llegar a ser la más próspera de Europa, lo que es decir del planeta, y los parados desaparecerían (como por arte de magia); pero el más importante, el inefable, fue su comentario sobre el chapapote del petrolero monocasco Prestige en la playa de Muxía. Fue en noviembre del 2002. Diez años después se abre el juicio con 200.000 páginas
en el sumario, 60.000 tms de petróleo contaminando 800 playas desde Portugal a las Landas, 300.000 voluntarios recogiendo a pala el chapapote durante dos años,  muerte consiguiente de toda la pesca… Y saben cómo lo diagnosticó: Ná, total “unos hilillos como de plastilina, cuatro en concreto, en vertical…” Y a este coloso mental le hemos dejado regir nuestros destinos.

2. Sánchez Gordillo como modelo

Más de uno me ha recriminado ya por haber exaltado la figura del alcalde de Marinaleda como prototipo honesto del nuevo (futuro) político que deberían imitar los que tuvieren vocación de servidores públicos, aduciendo contra él argumentos tan peregrinos como su parecido con el cuñao de el Loco de la Colina. Tampoco fue prudente en su actuación en los supermercados arramplando con víveres para los más necesitados, aunque fue esa anécdota precisamente lo que me animó a ensalzarle como líder que entusiasma a sus seguidores. Añadí después que no me lo imaginaba formando parte de un gobierno central como tampoco podía hacerlo con Xto presidiendo un Consejo de Ministros. Pero no puedo retractarme de mi “exageración” cuando se trata de unos momentos de grave crisis política en que los valores morales y la estatura humanitaria, tipo Martin Luther King, Gandhi o Mandela, deben prevalecer como consideración principal al evaluar a los políticos.

3. Mario Soares escribe a Obama
Y lo hace en carta abierta para pedirle, por favor, que gane las elecciones. El que, tras la revolución de los claveles, fue líder del partido socialista portugués, Primer Ministro en distintos Gobiernos y después Presidente de la República durante dos mandatos, se dirige en carta abierta a Obama, como si le faltaran medios y recursos para comunicarse con él. Y no es sólo que Soares se lo pida para expresar su temor a que gobiernen los acémilas republicanos, me huele que le apetece hacer pública su admiración por el chaval moreno jamaicano ex-senador de Illinois. A lo cual me uno.

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