1. Atenas a oscuras
Según muchos que dicen saberlo, la corrupción en Grecia es aún mayor que en Italia y España, siendo insignificantes los ingresos del Tesoro por impuestos. La Hacienda griega ha tenido la feliz ocurrencia de asociar los pagos de impuestos con las facturas de energía eléctrica, con lo cual el impago de aquéllos conlleva el corte de luz correspondiente. Como consecuencia, Atenas cada noche se vuelve más oscura. A la luz de estas sombras se puede observar cómo cada día se hace más profunda la brecha entre distintos colectivos sociales que el escritor griego Petros Márkaris clasifica en cuatro bloques. Uno, el colectivo de los beneficiarios, compuesto por empresarios de éxito o subvencionados más los proveedores del Estado y de servicios públicos, como por ejemplo los farmacéuticos y suministradores de equipos sanitarios, financiadores de los partidos políticos e inductores de toda corrupción por “comisiones”; dos, el que Márkaris llama de los Moloch, cuyos componentes provienen del aparato estatal y sindical, así como de los servicios y las empresas públicas, siendo todos ellos miembros del partido en el gobierno, parientes o afines (en España les llamaríamos los mamones, los que maman de la teta) que ejercen como “asesores”, sin pegar ni golpe; de este grupo hay que sacar a los funcionarios de carrera que son los que trabajan y forman parte del colectivo tres, el de los mártires u honrados, que son los que más sufren los hachazos y recortes con la excusa de la crisis, de los cuales qué les vamos a contar? si son el pan de cada día, o mejor, de la falta de pan; y cuatro, los desesperanzados, que incluyen a los estudiantes que no tienen otra salida que no sea la de “por tierra, mar y aire” y que se pasan el día oteando a través de la ventana del ordenador. Y encima tienen que aplicar reformas que se han demostrado inútiles, reformas bumerang que retornan no por haber alcanzado sus objetivos sino por lo contrario, por no haberlos alcanzado. Ojalá sólo sean sombras, porque las sombras implican que hay alguna luz cerca.
2. Urdangarín como héroe (protector)
El
yerno del Rey (hace falta mala leche para llamar la atención denominándole así
en lugar de por su nombre, que lo tiene, y bien vasco por cierto), duque de
Palma, recibió fondos privados para organizar un foro con el gobierno balear
que nunca llegó a realizar. Que se sepa. Queda constancia de las empresas que
colaboraron como sponsors, o patrocinadores, o lo que fueran, 42 en este caso, que
no reclamaron la devolución de sus fondos, 4,4 millones de euros, ni lo
denunciaron, sino que tanto los dineros recaudados de ellos como los ingresados
del gobierno regional, entraban en las cajas del instituto Nóos para salir
donde y cuando el duque decidiera. Pero constan también los nombres de las que
no querían colaborar…, ja, y digo yo que si las empresas patrocinadoras
recibirían alguna ayuda o favor cuando hiciera falta, éstas últimas no estarían
tan bien protegidas, o sí? lo cual nos acerca bastante a la práctica del peaje
gangsteriano de Chicago en los años 20, o no?
3. A las pantallas de tv se les cae la baba
Según muchos que dicen saberlo, la corrupción en Grecia es aún mayor que en Italia y España, siendo insignificantes los ingresos del Tesoro por impuestos. La Hacienda griega ha tenido la feliz ocurrencia de asociar los pagos de impuestos con las facturas de energía eléctrica, con lo cual el impago de aquéllos conlleva el corte de luz correspondiente. Como consecuencia, Atenas cada noche se vuelve más oscura. A la luz de estas sombras se puede observar cómo cada día se hace más profunda la brecha entre distintos colectivos sociales que el escritor griego Petros Márkaris clasifica en cuatro bloques. Uno, el colectivo de los beneficiarios, compuesto por empresarios de éxito o subvencionados más los proveedores del Estado y de servicios públicos, como por ejemplo los farmacéuticos y suministradores de equipos sanitarios, financiadores de los partidos políticos e inductores de toda corrupción por “comisiones”; dos, el que Márkaris llama de los Moloch, cuyos componentes provienen del aparato estatal y sindical, así como de los servicios y las empresas públicas, siendo todos ellos miembros del partido en el gobierno, parientes o afines (en España les llamaríamos los mamones, los que maman de la teta) que ejercen como “asesores”, sin pegar ni golpe; de este grupo hay que sacar a los funcionarios de carrera que son los que trabajan y forman parte del colectivo tres, el de los mártires u honrados, que son los que más sufren los hachazos y recortes con la excusa de la crisis, de los cuales qué les vamos a contar? si son el pan de cada día, o mejor, de la falta de pan; y cuatro, los desesperanzados, que incluyen a los estudiantes que no tienen otra salida que no sea la de “por tierra, mar y aire” y que se pasan el día oteando a través de la ventana del ordenador. Y encima tienen que aplicar reformas que se han demostrado inútiles, reformas bumerang que retornan no por haber alcanzado sus objetivos sino por lo contrario, por no haberlos alcanzado. Ojalá sólo sean sombras, porque las sombras implican que hay alguna luz cerca.
2. Urdangarín como héroe (protector)
El
yerno del Rey (hace falta mala leche para llamar la atención denominándole así
en lugar de por su nombre, que lo tiene, y bien vasco por cierto), duque de
Palma, recibió fondos privados para organizar un foro con el gobierno balear
que nunca llegó a realizar. Que se sepa. Queda constancia de las empresas que
colaboraron como sponsors, o patrocinadores, o lo que fueran, 42 en este caso, que
no reclamaron la devolución de sus fondos, 4,4 millones de euros, ni lo
denunciaron, sino que tanto los dineros recaudados de ellos como los ingresados
del gobierno regional, entraban en las cajas del instituto Nóos para salir
donde y cuando el duque decidiera. Pero constan también los nombres de las que
no querían colaborar…, ja, y digo yo que si las empresas patrocinadoras
recibirían alguna ayuda o favor cuando hiciera falta, éstas últimas no estarían
tan bien protegidas, o sí? lo cual nos acerca bastante a la práctica del peaje
gangsteriano de Chicago en los años 20, o no?3. A las pantallas de tv se les cae la baba
"Es la última noticia que quisiéramos dar...," bla bla bla.. y la repiten al comienzo de la emisión , al final, y varias veces en el curso de la misma. Se trata aparentemente de los presuntos huesos (ni siquiera dicen "restos") de los niños Ruth y José que supuestamente han aparecido calcinados en la finca de sus abuelos La Quemadillas de Córdoba (ya sé, ya sé que los términos son todos incorrectos, tan sólo trato de imitar a los "profesionales" de la tv). Su madre Ruth Ortiz denunció al padre, José Bretón, del que se había separado, como presunto parricida. Los regodeos en los detalles, cuanto más mórbidos, mejor, a la mayor gloria de la audiencia y las tiradas de ejemplares. Puro periodismo de investigación. Lo peor es el falso pudor, carroñero, que cubre la presentación hipócrita que a mí me produce náuseas.
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