martes, 21 de agosto de 2012

421. reflexiones y otros disparates del día (21/8/12)

Textos ajenos que nos resultan cercanos

1. de Yayo Herrero: la política a la calle
Yayo Herrero, de 46 años, es antropóloga y tutora de la UNED, nos alerta sobre la dependencia como algo natural e insoslayable: “somos dependientes al nacer y en la vejez. Y quién realiza en la mayor parte de los casos ese trabajo invisible pero fundamental para nuestras vidas?: las mujeres. Qué es socialmente más importante y por tanto debe ser más recompensado? lo que hacen esas inmigrantes con nuestros ancianos o lo que hace un alto ejecutivo que multiplica beneficios a costa de machacar el planeta?” y a costa de expoliar a los mismos que producen los bienes y servicios que luego disfrutan ellos?. “Vivimos en un sistema (económico) que da la espalda las personas, a las enfermedades y a la muerte, en una perversa lógica de crecimiento, beneficio y acumulación de la riqueza. Al poder económico la gente le importa un carajo”. Incluso lo proclaman a gritos: que se jodan! Herrero considera legítima la desobediencia civil y pacífica, las ocupaciones de las plazas, la resistencia a los desahucios y a las redadas indiscriminadas contra los inmigrantes. Hay que recuperar la política en la calle.
2. de J.J. Millás: economía real y financiera
Una lección que hemos aprendido con motivo de esta crisis es que la economía real es bien distinta de la economía financiera. J.J.Millás lo ve así: “La economía financiera es a la economía real lo que el señor feudal era al siervo, o el capitalista al obrero. La primera operación que realiza el terrorista financiero sobre la víctima es la del tiro en la nuca: (la muerte civil, ignorándolo) lo desprovee del carácter de persona, lo cosifica. Una vez convertido en “cosa”, importa poco si tiene padres o hijos. Usted y yo hemos sido cosificados por Draghi, Lagarde, por Merkel, y ya somos mera mercancía a la que se puede expulsar de la residencia de ancianos, del hospital, de la escuela primaria, como algo despreciable al que el terrorista ya puede darle el tiro en la nuca, en nombre de Dios o de la Patria. Terroristas que quedarán luego impunes al presentarse, y ganar, en las siguientes elecciones, porque para eso están los importantes grupos mediáticos en los que se apoyan. Comprando el propio dinero o bienes futuros la economía financiera altera el precio de las cosas, algo prohibido como delito cuando se da a pequeña escala pero que es alentado por las autoridades cuando sus magnitudes se salen de los gráficos. La economía financiera no se conforma con la plusvalía del trabajador, como hacía el capitalismo clásico, sino que necesita además de nuestra sangre, por lo que juega con nuestra sanidad, nuestra enseñanza, nuestra justicia, metiendo el cañón de su pistola por el culo de sus víctimas”.
     Puedo añadir algo de mi cuenta tocayo? Se ha confundido a menudo la economía real (producción, crecimiento, empleo…) con la financiera (“casinos” entre inversores). De su falso diagnóstico se han derivado recetas equivocadas. Los ajustes de gastos sociales, por ejemplo, son un “remedio” financiero pero nefasto para solucionar problemas económicos. Y así estamos apagando el fuego con petróleo.
3. de J.Ulpiano Pérez Cervantes: hipocresían
“Los que se rasgan las vestiduras al ver un alcalde sustrayendo varios carros con comida de un supermercado, y claman justicia, han protestado poco viendo a los directivos de las Cajas y Bancos llevándose millones de euros sin control y tras dejar sus empresas en la bancarrota. Los que amenazan con quitarles a los parados de larga duración los 400 €, no han tenido empacho en darle a Bankia decenas de miles de millones para que no caigan y pierdan sus inversiones. Los que están en contra del aborto y claman por el derecho a nacer de un hijo con malformaciones graves, son los mismos que piden que no se asista a un inmigrante ilegal si no paga lo que no tiene. Los que no admiten la objeción de los médicos que quieren seguir atendiendo a todos y no acatar las órdenes de Sanidad, son los mismos que apoyan la objeción de los médicos que se niegan a practicar abortos o de los farmacéuticos que no sirven preservativos o la píldora del día siguiente”.

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