martes, 19 de junio de 2012

349. reflexiones y otros disparates del día (19/6/12)

1. El mercado financiero es paralelo
Paralelo al económico. El mercado financiero es el casino donde los acomodados, parásitos, ludópatas, delincuentes de cuello blanco, se divierten, mientras que los problemas económicos, la producción y el paro les resultan ajenos. La situación de desastre en la que nos encontramos ha sido provocada, o al menos profundizada, por una mala y torpe gestión política, por no decir perversa y maliciosa. Los mismos que exigen flexibilidad en los salarios blindan sus contratos y los que reclaman sacrificios a los ciudadanos utilizan el poder para mantenerse en sus privilegios. Tenemos los instrumentos para solucionar esta crisis pero, en lugar de eso, han dedicado toda la atención a los "problemas" financieros, que maldita la falta que nos hacen, y a los ajustes presupuestarios en lugar de aplicarse a una política económica expansiva cuyo valor prioritario fuera de verdad, no de boquilla, el empleo. Y no sólo los gestores y políticos se han quedado bloqueados, estupe-factos ante el show que nos ha montado la clase parásita financiera, sino que han abducido a toda la población a que lo viva como propio, cuando debería importarnos un pimiento. Pues se trata de sus juegos, sus apuestas y sus heces. Anda ya, que ellos se las guisen y se las coman.
2. Disonancias cognitivas
Festinger publicó este paradigma de la Psicología en el año 1957. Se trata de la adecuación entre el pensamiento (la moral, los valores) y la conducta. Cuando no actuamos como pensamos que deberíamos hacerlo, terminamos pensando como actuamos, justificando nuestra conducta con cualquier argumento, pues de otro modo el estrés resultante resultaría insoportable. El proceso toma su tiempo. Y todos lo hacemos, hasta el piadoso presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, que asegura que "tiene la conciencia tranquila". Encima. Y eso es lo peor, porque delata que estas corruptelas las practican con normalidad, todos y desde siempre, porque son habituales. (No todo es negativo en este caso que podemos elevar a paradigma: si lo disecáramos o modeláramos en cera, a este señor, para guardarlo en el museo, a ser posible de rodillas y musitando una oración, con los ojos semicerrados, podríamos enseñarlo a nuestros nietos como modelo ejemplar de lo que nunca quisimos ser, no debimos ser, de lo que nunca debió ser más que una pesadilla).
3. El tabú nacionalista
Valiente, José M. Ruiz Soroa se enfrenta al tabú de la secesión. Los nacionalistas no pueden bajo nuestra Constitución decidir sobre sí mismos sin contar con el resto de los españoles. Deberíamos modificar en ese punto la Constitución: "La mejor manera de enfrentarse a un desafío secesionista serio y persistente es aceptar su propio planteamiento... Inducir la idea de que un referéndum de independencia es un ataque a la unidad de España y negarse a aceptarlo es tanto como confesarse derrotado de antemano... Esta negativa nos convierte en rehenes del chantaje táctico de los nacionalistas... Aceptar el debate sobre la secesión tendría un efecto desincentivador de su demanda que ahora es retórica, sincera y chantajista... Decir que aceptamos democráticamente las reclamaciones independentistas hechas por medios pacíficos es un flatus vocis en tanto que el sistema vigente impida esa reivindicación haciéndolo jurídicamente imposible... (Y de eso se aprovechan para adoptar unas reacciones victimarias). Habría que admitir la petición de un referéndum sobre la voluntad de secesión si ésta se vota en su Parlamento por una mayoría cualificada... El efecto de esta permisividad no sería, con toda probabilidad, una cascada de peticiones de referéndum sino más bien su inhibición..." ante el temor de enfrentarse a la realidad. Digámosles "si no están de acuerdo, váyanse". Prueben y verán cómo no se van.

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