lunes, 14 de mayo de 2012

314. reflexiones y otros dosparates del día (14/5/12)

  
Vamos a contar mentiras,
tralará…




(Lo que sigue no se debe aplicar a los miembros del Gobierno. No es que sean mentirosos, infames, corruptos..., es que son enfermos. Lo que los hace más peligrosos)
1. Patología de la mentira
Si la mentira lo es por contraste con la realidad, no cabe la mentira total (pues entonces sería ella la realidad). Hay, pues, quienes no mienten si, al hacerlo, todo lo que dicen es lo contrario de la verdad. Este comportamiento se consolida cuando otros, que componen su entorno, formando un equipo compacto, participan de esta anomalía y mienten todos convencidos de que todo lo que dicen es verdad. Con lo cual entre todos pueden llegar a conseguir (durante un breve tiempo, menos mal) que sus mentiras sean realmente la verdad. Pero dado que el que miente continuamente sólo puede hacerlo creyéndose lo que dice (pues caso contrario se volvería loco, paradigma de la "disonancia cognitiva"), la conclusión es que los que mienten cada vez que hablan perciben la realidad al revés de como es (esquizofrenia).
2. "Lo primero, el empleo"
Así encabezaba sus cartas el PP en la campaña electoral, como objetivo prioritario. "Lo primero, el empleo". Todo se subordinaría a ese fin. Todo. Que fuera o no verdad, era lo de menos. Lo importante era rapìñar votos. Una vez conseguido, por cualquier medio -las mentiras en primer lugar-, el verdadero objetivo de ocupar el gobierno, lo primero que éste hizo fue tomar medidas drásticas que creaban de inmediato desempleo, tales como la reforma laboral pata facilitar el despido o los ajustes por el déficit que impidieron el crecimiento. Ya inventarían, como así lo hicieron, eufemismos para convencer a todos los que se dejaran -que siguen siendo muchos- que lo sentían
profundamente, que les daba mucho disgusto tener que hacerlo, pero que no tenían más remedio que hacer lo que tenían que hacer. (El verdadero objetivo, bastardo, neoliberal.com, acorde con Bruselas y Frankfurt, ha sido incrementar un mayor enriquecimiento de los ricos a costa de aumentar la pobreza de los pobres, una desigualdad que se ha disparado fulminantemente). En realidad todo, TODO, lo que el gobierno está haciendo, conduce a más desempleo. Estamos en manos de un monstruo que quiere acabar con todo, son ellos el anti-sistema. Ahora ya anuncian, amenazan sin pudor, que el número de los parados este año aumentará en 600.000. Y así recortaron, y siguen recortando -no lo olvidemos, cada viernes habrá más, encima chuleando, a ver qué nos hemos creído, so pringaos-, recortan los derechos sociales para dar ese dinero a los propietarios y directivos de los bancos y multinacionales. Y lo han hecho mediante dos artificios: uno, inculcando el pánico a las víctimas que habían de resignarse sumisas a los efectos de la crisis, la crisis, oh! la terrible crisis, y dos, haciéndolo todo a la mayor brevedad y en plan furtivo como ladrones nocturnos, para que no nos diera tiempo a reaccionar, porque inevitablemente tarde o temprano nos daríamos cuenta. Y ahí siguen.
3. Otra mentira: a la banca, ni un duro de dinero público
Mira que lo han repetido veces, que a la banca ni un duro de dinero público. Jamás. Y a las primeras de cambio le inyectan a Bankia 5, 7, 10 mil millones, qué más da, será por dinero? por dinero que no falte, para sanear sus activos tóxicos, realmente para recapitalizarla, con grandes palabras: para "culminar la reestructuración financiera", ah! bueno, si es por eso... Rodrigo Rato se comprometió públicamente a autofinanciar su saneamiento sin ayudas externas, no dijo en qué plazo, pero el gobierno tiene que hacer los deberes antes del 31 de mayo y no podía esperar. De los 180.000 millones de activos tóxicos, 85.000 millones son de suelo y bienes embargados y 120.000 millones son de dudoso cobro. Bankia tiene más de 30.000 millones de activos problemáticos (por ahora), de los que tiene 12.000 cubiertos por provisiones. Cuando el ministro de Economía, sr. de Guindos convocó a Rato para "dialogar", lo esperó rodeado de tres sicarios, González del BBVA, Botín del Santander y Faíné de Caixabank. La sentencia estaba firmada. Y Rato se fue. El presidente del gobierno lo explicó como siempre, mintiendo: "no está en mi ánimo inyectar dinero público en los bancos, pero claro, si no hay más remedio..." En esta farsa de intrigas palaciegas Rajoy se ha librado del número 2 de Aznar y del antiguo PP, dos pájaros de un tiro.

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