viernes, 1 de julio de 2011

....III. reflexiones y otros disparates del día (01.07.11)

asómate y verás
     1. Qué coño es esta crisis?...
     ... no para de preguntarse el personal. La crisis económica en Europa es efecto de la crisis fianciera que tuvo su origen en USA. Una vez puesta en marcha, la desconfianza (crédito viene de credere) retrae el dinero (que como el caracol esconde su cuerno a un soplo de brisa) y con ello dificulta la refinanciación de la deuda, asfixiada además por el aumento consiguiente del costo del dinero (tipo de interés). Pero cómo empezó todo? qué fue lo que pasó en USA?
     Un nuevo producto financiero, el "endoso de hipotecas", se mostró tan rentable que se forzaron los créditos-basura con tal de enriquecerse rápidamente con la reventa del "papel" cuya relación con la vivienda adquirida quedaba tan remota como irrelevante. La frenética negociación de los re-endosos dejó de ser mercado para hacerse una pirámide (burbuja, la estafa que sólo se mantiene mientras crece) que, al distanciarse de su base (y precio) original, se desplomó como no podía ser de otra manera. El pecado del sistema financiero en USA no fue inventar este producto, legal y además legítimo, a pesar de su opacidad fiscal, sino que los académicos y las autoridades monetarias se negaran a regular estos excesos (burbujas, pirámides, estafas) que, inexplicablemente para mí, siguen confundiendo con el mercado. Y en ésas siguen.
     Yo creo en el mercado, como en las leyes de la gravedad o de la gravitación universal, y en su capacidad de autoregulación más rápido y eficaz que el control público. Pero no hay que confundir el mercado con sus aberraciones. O con el sistema financiero (que se compone de instituciones), que no es lo mismo que el mercado financiero. Y no controlando y castigando las estafas se le hace un flaco favor a los mercados.
     2. Las nuevas fortunas, en la nueva sociedad global...
     ...no se generan en el sector económico (producción) sino en el financiero. La paradoja del capital es que la ley del mercado (no hay otra economía que ésta y la banca su profeta: anulando la codicia mataríamos la gallina de los huevos de oro) induzca a la igualdad (al menos de oportunidades) y a una renta marginal = 0, mientras que en la práctica la riqueza se genera sobre las ruinas de los indigentes. Así lo ha escrito hoy J.J.Millás: por cada muerto en Atenas sube un punto el IBEX 35.
     La coexistencia de ambos, pobres y ricos, en un mismo espacio y tiempo, sin embargo, tiene un sesgo tautológico al identificarse cada uno por oposición a su contrario: no hay guapa sin feas ni alto sin bajos... (rozando el humor negro por el que pido disculpas, dado lo dramático de las desigualdades).
     3. Y dale con la nacionalización de la banca...!
     Son muchas, demasiadas, las voces que proclaman su progresismo exigiendo, ya, la nacionalización de la banca. De lo que provendrían múltiples perjuicios, mientras que beneficios, ninguno. Si de lo que se trata, y de eso se trata, es de nacionalizar el crédito, basta una cicular interna del Banco de España cuantificando porcentajes de los activos financieros (x para bienes de equipo, z para agricultura...) que la banca disciplinadamente acata y que tarda 6 minutos en aceptar y menos de 6 meses en acomodar la estructura de sus activos crediticios. Pero nacionalizar la institución acabaría con la competencia e impondría la rigidez burocrática y la indolencia, cuyos efectos no quiero ni imaginar. Mejor dicho, es fácil imaginarlos. Quieren matar una mosca a cañonazos, que encima está posada sobre la mejilla de mi abuela.

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