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| Carles, Joan y Paco |
Pasaron los tiempos de Gila, Tip y Coll... Aún quedan Faemino y Cansado.... Si del mundo del espectáculo tuviera que elegir sólo dos, cines aparte, me quedaría con Ara Malikian en conciertos y El Tricicle en el teatro. El pasado fin de semana vi la película La muerte de Stalin, una parodia sarcástica que quiere ser cómica y a mí maldita la gracia, y Hits de El Tricicle, una antología de sus mejores sketches que resultó bastante más que eso.
Con cuarenta años de actuaciones, los elementos que componen este grupo de mimos son tres: Joan Gracia, Paco Mir y Carles Sans. Joan debe de ser el cerebro organizador, Paco el de más fuerza cómica y Carles el remata el grupo funcionando como argamasa. No hacen alardes de sus gracias, ni prolongan pausas para el aplauso, ni te dan un segundo de respiro, sino que saltan de un plano al siguiente con naturalidad y contienen al público cuando se exalta. Risas, sí, ésas todas las que queramos, y más. Su humor es blanco y no ofende a nadie. Incluso las escenas algo (poco) escatológicas las representan con una gracia y delicadeza tal que no sentimos la humedad de la mano cuya orina se limpia con el primero que encuentran (genial el urinario virtual) ni olemos las flatulencias, sin mal gusto, en la espera del dentista.
Si te tronchas en el gag del aeropuerto no te quiero contar cómo te ríes en la escena del asado de pancetas (y morcilla). Pero anda que ver cómo se espulgan los prehistóricos... Sus guiños a los espectadores son frecuentes, forzando la complicidad. No sobreactúan, ni se sobrepasan, ni sacan pecho cada vez que te arrancan carcajadas. Sólo te lo agradecen. Pero sin aspavientos, casi susurrando: vale, vale...
En el folleto que recoges en la entrada te explican las tres acepciones de HITS: Hitos Ingeniosos Teatrales Sobresalientes, Humor Inteligente Trepidante y Sorprendente, Hilarantes Individuos Tragicómicos y Solazosos.
No serán, quizás, tan cáusticos como el Grupo Yllana, ni tan incisivos como Els Joglars, ni tan teatrales como Els Comediants, pero qué queréis que os diga, me quedo con El Tricicle.
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