sábado, 3 de diciembre de 2016

1326 (S 03/12/16) Sin noticias de Gurb

Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943, premio Cervantes el 29 de noviembre 2016) es un espécimen raro por aquello de que a todo el mundo nos cae bien y por su obra literaria amable en estos tiempos feroces que nos ha tocado vivir. Pero su ausencia de jactancias y alharacas le impide brillar como algo asombroso, ya que lo extraordinario en él es cómo se aferra a la normalidad. Lo que no evita que llegue a cotas extraordinarias como ocurre en el caso de Sin noticias de Gurb.
     Sin noticias de Gurb debió escribirlo con la mano izquierda, por entregas, y silbando , o mojando unos churros en café o chocolate, mientras miraba al sol poniéndose, o amaneciendo, que para el caso me da igual. Se publicaba cada día del mes de agosto de 1990 en una página del diario El País, 22 entregas en total, sin alardes, como un entretenimiento veraniego, sin más. Pero a mí y otros muchos nos enganchó de tal manera que nos apresurábamos cada mañana en llegar al kiosco para leerlo antes que todo lo demás. Y no pasó ningún día sin hacernos reír, a veces a carcajadas, para asombro del primero que se nos cruzara por la calle.
    Gurb adoptó distintas formas humanas  para no llamar la atención: de Marta Sánchez, de Gary Cooper, Paquirrín, Ortega y Gasset, Pío XII, Luciano Pavarotti, pero en negro, Manuel Vázquez Montalbán, Mahatma Gandhi… Memorables fueron especialmente su compra de todos los churros de una churrería, sus enamoramiento de la vecina, el uso de cajeros automáticos o las propinas superiores en millones de pts al importe de las cuentas o facturas.
     Se publicó como libro un año después por Seix Barral. No creo que su lectura mejore la de sus entregas diarias en el original.

No hay comentarios:

Publicar un comentario