Comentarios cáusticos sobre la actualidad en ESPAÑA que intentan despertar las mentes dormidas mediante el sarcasmo.
jueves, 1 de enero de 2015
1001 (J 1/1/15) Rato y la elocuencia de alardes gestuales
(Lo que no impide que otras
poses, subnormales, se correspondan con subnormales en la realidad. Ahí tenéis,
sin más, al mismo Presidente del Congreso.)
Sin embargo, no es verdad
que Rato llevara a Bankia a la quiebra. No tiene capacidad para tanto.
Simplemente le cayó encima. Y es posible que ni siquiera se enterara. Cuando
Bankia salió a Bolsa mostraba un balance de 300 millones € de beneficios,
escondiendo 3.000 millones de activos tóxicos (créditos morosos hipotecarios).
Si Bankia tenía un agujero de 3.000 millones en sus activos (que por lo tanto
eran falsos), suprimirlos ortodoxamente en el Balance de situación que mostraba
300 millones de beneficios (falsos)
habría implicado unas pérdidas netas
de 2.700 millones, por lo que bastaba no tocar nada, ni amañar nada, para dar
una imagen de solvencia. Y para eso no hacía falta ingeniería financiera ni
tampoco ser un genio. Hasta ahí sí
llegaba Rato. Y el contable de mi gasolinera también. Que le auparon a la
residencia del Banco Mundial..., eso demuestra que no era ficción la historia de
Forrest Gump.
El milagro económico de
España…, je. A Bankia no la hundió Rato. Ni nadie. Ni siquiera Oliva o Blesa. A
Bankia la hundieron todos (los políticos, los autonómicos), los que sin ser
profesionales en el campo de las instituciones financieras saquearon las cajas
de las Cajas. Que por cierto lo hicieron en Bankia cuando ésta era todavía Caja
Madrid, y en las Cajas no era responsable de control directo el Banco de España
sino los gobiernos autonómicos.
No conozco personalmente a
ninguna de las celebridades que he nombrado en este texto. Ni tampoco me hace
falta para sospechar su vacuidad por sus meros alardes gestuales.
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