jueves, 1 de enero de 2015

1001 (J 1/1/15) Rato y la elocuencia de alardes gestuales

        Parece que tenemos a Rato para rato.

 Los alardes gestuales suelen ser inversamente proporcionales a la valía real del que los exhibe, pues sirven de escudo y relleno del vacío que están llamados a cubrir. Esto que me ha resultado tan farragoso al escribir, se ve mucho más fácil con ejemplos tales como Rato, Aznar, Solbes…, cuyos gestos chulescos eran necesarios para cubrir las carencias de sus personalidades. Por eso me resultó fácil sospechar que eran unos inútiles, por lo mucho que se esforzaban en sus gestos en expresar lo contrario: envarados, cuello rígido, encogimiento de hombros, miradas de soslayo, una ceja más alta que otra…, versión snob de George Clooney.

      (Lo que no impide que otras poses, subnormales, se correspondan con subnormales en la realidad. Ahí tenéis, sin más, al mismo Presidente del Congreso.)

       Sin embargo, no es verdad que Rato llevara a Bankia a la quiebra. No tiene capacidad para tanto. Simplemente le cayó encima. Y es posible que ni siquiera se enterara. Cuando Bankia salió a Bolsa mostraba un balance de 300 millones € de beneficios, escondiendo 3.000 millones de activos tóxicos (créditos morosos hipotecarios). Si Bankia tenía un agujero de 3.000 millones en sus activos (que por lo tanto eran falsos), suprimirlos ortodoxamente en el Balance de situación que mostraba 300 millones de beneficios (falsos) habría implicado unas pérdidas netas de 2.700 millones, por lo que bastaba no tocar nada, ni amañar nada, para dar una imagen de solvencia. Y para eso no hacía falta ingeniería financiera ni tampoco ser un genio.  Hasta ahí sí llegaba Rato. Y el contable de mi gasolinera también. Que le auparon a la residencia del Banco Mundial..., eso demuestra que no era ficción la historia de Forrest Gump.

         El milagro económico de España…, je. A Bankia no la hundió Rato. Ni nadie. Ni siquiera Oliva o Blesa. A Bankia la hundieron todos (los políticos, los autonómicos), los que sin ser profesionales en el campo de las instituciones financieras saquearon las cajas de las Cajas. Que por cierto lo hicieron en Bankia cuando ésta era todavía Caja Madrid, y en las Cajas no era responsable de control directo el Banco de España sino los gobiernos autonómicos.


         No conozco personalmente a ninguna de las celebridades que he nombrado en este texto. Ni tampoco me hace falta para sospechar su vacuidad por sus meros alardes gestuales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario