viernes, 2 de marzo de 2012

232. reflexiones y otros disparates del día (2/3/12)

pues a mí que no me hagan trabajar
sin comerme una pizza primero




1. Ostracismo
Cuando se utiliza el término hecatombe como catástrofe recuerdo que en su origen se trataba del sacrificio de 100 bueyes (hecatonbous) a Zeus Humareda sí que habría. Algo similar ocurre con la frase “condenado al ostracismo” para hablar de un silencio, aislamiento, cuando originalmente se aplicaba al condenado al exilio. Se votaba en óstrakon (tejos) a aquellos que sobresalían en exceso en la sociedad griega.  No se utilizó mucho y era por 8 años. Profilaxis democrática, la democracia premia al mediocre y rechaza a los sobresalientes. El que destaca en un coro es rechazado por el grupo por disonancia, por dar la nota. Cuando Alcibíades le preguntó a un ateniense por qué había votado el ostracismo para  Alcibíades a quien no conocía en absoluto, aquél le contestó: “porque estaba harto de oír hablar tanto de él”. A Churchill se le aplicó un “ostracismo” sin exilio cuando, tras ganar la Segunda Guerra Mundial, perdió las elecciones. Un inglés lo explicaba así: “es que hablaba demasiado bien”.
2. La Mezquita requisada 
La Mezquita de Córdoba fue construida entre los años 780 y 785 por Abderramán I. El 2 de marzo de 2006, la Iglesia Católica inscribió el inmueble a su nombre en el registro de la propiedad número cuatro de Córdoba (tomo 2381, libro 155, folio 198). El trámite costó apenas 30 euros, no se paga IBI, tampoco se ocupa de los gastos de conservación, pero la visita le cuesta al contribuyente (pagano?) 8 euros.
3. Y la torre Pelli sigue creciendo
Hasta el Ayuntamiento parece que está en contra. La UNESCO amenaza con retirar a Sevilla su distinción como patrimonio de la Humanidad si Cajasol persiste en esta aberración urbanística. Aparece un nuevo elemento que puede ayudar a parar la edificación: vulnera la normativa aérea. Luis Manuel Ruiz glosa el tema como sigue: "Introducir un gramo de modernidad en el paisaje de Sevilla, que es eterna, es recordarle maleducadamente que el tiempo corre, que las modas se marchitan, que las fotografías se vuelven amarillas... Un rascacielos en Sevilla es arrebatarle la primacía a la Giralda..., un alzar las narices para desintoxicarse del incienso y aroma de azahar que embriaga a los poetas..."

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