En un país puritano cuyos fundadores eran cuáqueros, las nuevas
revelaciones que se desvelarán al desclasificarse y publicarse los archivos de
Epstein tendrán más impacto en la opinión pública de sus votantes republicanos que
los escándalos financieros y de todo tipo, o la masacre de 70.00 palestinos en
Gaza financiada con ese fin, o la apropiación sin límite de recursos públicos, por no citar las sentencias condenatorias en el año 2016 por 34 delitos graves posteriormente
autoindultados. Su imagen con este nuevo escándalo quedará fuertemente erosionada y que se traduzca en
las urnas es lo que esperamos.
Y hablando del psicópata de Trump: “…el trastorno mental que se adueña de cualquier ser humano que carece de límites a sus impulsos o a los caprichos de su voluntad…, una vanidad sin límites así como su ansia de dinero y desprecio por cualquier ser humano que no sea él mismo…, aparte de la crueldad y la indiferencia hacia el sufrimiento de otros el rasgo más peligroso de los déspotas es el amor por la arquitectura…” (Antonio Muñoz Molina comentando la obra de reconstrucción del este de la Casablanca para ostentar el salón de baile mayor del mundo. )
Trump es la personalidad que mejor define nuestra época (Costa Gavras).
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