lunes, 8 de diciembre de 2025

2727 (M 9/12/2025) El caso Residencias 7291 (también conocido como "Protocolos de la vergüenza")

El médico M. Peromingo y otros tres ex altos cargos de Ayuso declaran hoy, 9 de diciembre de 2025, como imputados en el caso Residencias 7291, ya sabéis, el de las 475 residencias donde murieron 7.291 ancianos abandonados cruelmente a su suerte, 4.000 de los cuales habrían podido salvarse si hubieran sido hospitalizados. Total, “se iban a morir igual”…, fue el comentario de la Presidenta de la Comunidad. 
Carlos Mur de Víu, Pablo Busca Ostoloza, Antonio Burgueño Carbonell y Francisco Javier Martínez Peromingo


Carmen López, portavoz del colectivo Marea de Residencias, pretende, junto con el abogado Carlos Vila, que presta sus servicios desinteresadamente, concentrar en un solo juzgado, el 3 de Madrid, los 100 procesos dispersos que se han incoado en diversas instancias judiciales.
          La hospitalización se limitaba a pacientes que fueran autónomos, lúcidos y que no tuvieran una enfermedad en fase avanzada. El resto debía permanecer en la residencia en que se alojaban. Alberto Reyero, el exconsejero de Ayuso que se opuso a los protocolos y que ha sido llamado a declarar en cuatro juzgados, ha apoyado la reclamación de las familias al declarar que eran directrices discriminatorias.
           La primera noticia sobre investigaciones data del 23 de marzo de 2020 cuando los militares que fumigaban las residencias se encontraron con cadáveres que llevaban días en sus camas. Ayuso intentó excusarse en la tele con el argumento de que las residencias eran seguras y que estaban “medicalizadas”, a saber qué querría decir con eso.  Pero la realidad que han mostrado las actas de la Policía o de los bomberos era dantesca. Las cuidadoras caían con el virus y muchos mayores se quedaban solos, sin nadie que les alimentara o aseara. Cuando enfermaban, agonizaban sin sedantes. “Lo voy a recordar hasta el día en que me muera”, narró más tarde una cuidadora de una residencia de Móstoles, María Ángeles Maquedano. “Se morían agarrados a las barandillas de la cama intentando respirar”.
       Veremos cómo actúa la Fiscalía, cómo se comportan las jueces y cuánto dura la instrucción, si es que llegamos a verlo. Lo del aceite de colza duró veinte años, no? más o menos.

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