jueves, 16 de enero de 2025

2616 (J 16/1/2025) La IA: Todo lo que puede agredirnos puede también servirnos de protección.

Con la misma incertidumbre que decimos que todo lo que sube cae, podemos aventurar que todo lo que agrede puede también usarse como protección.
          A los tradicionales dominios en el mundo de la Defensa -Tierra, Mar, Aire y Espacio- hemos añadido el Ciber. Una de las mayores debilidades en este dominio es la escasa cultura de la ciberseguridad de la sociedad española. Al calificarlo con la palabra “seguridad” se da a entender que la responsabilidad de la misma está en el Ejército, o en la Policía, y eso es un error gravísimo. La responsabilidad (la cibersalud) de cada individuo es fundamental para que un país, en su conjunto, sea resiliente ante un ciberataque. (Que, por cierto, en este dominio, a diferencia de los otros, es mucho más fácil defenderse que atacar.)
          La inteligencia artificial tiene riesgos, pero tiene también sus oportunidades. El mayor riesgo es no utilizarla porque el enemigo sí lo va a hacer. Así que, ojo, que la IA va a desempeñar un papel cada vez más importante en el campo militar. Hoy por hoy, los ciberataques vienen en su mayoría de cuatro lugares: Rusia, China, Corea del Norte y Japón.
      Así que ya que el propio medio que nos agrede podemos utilizarlo para defendernos, prestémosle la atención que se merece porque no podremos echarle la culpa a otros si sufrimos algún daño.

       Pero, ojo! No nos pongamos el parche antes de que nos salga el grano. Para mí que darle vueltas a estos temas es poner un remedio antes de nos aqueje la enfermedad. No sea que nos ocurra lo que en la Universidad de Oxford han bautizado como brain rot para designar un supuesto deterioro de las facultades mentales relacionado con el abuso de contenido digital. El que come tanta pantalla puede terminar viéndose incapaz de leer algo de una tirada, y que sólo pueda comunicarse a través de la semántica de los stickers y los memes.

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