En Murcia, tras 10 años de dilaciones, un juez deja en libertad a 10
hombres que prostituyeron a 11 menores. Por haberse demorado la tramitación, manda
huevos. Manuel Jabois se pregunta si esta sentencia podrá ser utilizada en el
futuro para animar a gente con dinero a abusar de niñas explotadas: “Usted páguenos
y luego haga lo que quiera. Es ilegal, pero no mucho, es casi imposible que lo
detengan, pero si lo hicieran, usted ni siquiera pisaría la cárcel y pagaría
menos de lo que paga por la niña.” En efecto en este caso que nos ocupa, debido
a la lentitud judicial las penas han sido ridículas.
Son demasiadas tanto las sentencias injustas como las que se eternizan
en los cajones de los juzgados. Una sentencia fuera de tiempo es injusta. Como
lo son en los casos de prevaricación o por el descarado sesgo político del juez
o por desconocimiento de la vida real en la sociedad actual, especialmente en
materia de género y violencia sexual donde son demasiados los jueces machistas que
habría que reeducar. Además de que en estos últimos procesos penales suele
revictimizarse a las mujeres.
Pero lo de las tardanzas y demoras en los procesos judiciales penales clama al cielo. No sólo porque a fuerza de recursos judiciales y gracias al dinero que invierten en ellos llega un momento en que quedan impunes, sino que al conseguir que un delito quede sin condena por prescripción (paso de un tiempo), los delincuentes impunes sacan pecho mientras gritan: "lo veis? somos inocentes! somos inocentes!!!". Un legado de Trillo.
Entre los jueces inútiles, los prevaricadores, los politizados y los
machistas, aunque no sean muchos (o lo son?), vamos bien despachados.
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