miércoles, 8 de junio de 2022

2201 (X 8/6/2022) De película

Todo a la vez en todas partes es una parodia de sí misma, en el marco de una familia de antihéroes (la hija regordeta aspira a profundizar en su mierda y su miseria) donde el disparate gratuito intenta superarse en cada secuencia, y en el marco de un mundo (multiverso) unido por raccords de planos con el mundo real, no menos surrealista.
   En palabras de Javier Ocaña:
  "Los Daniels se han superado con su última obra Todo a la vez en todas partes, ditirámbica comedia de acción ambientada en un distópico multiverso, gran éxito de público y de crítica en Estados Unidos, con la que vuelven a epatar al personal. Una historia delirante, violenta, escatológica, descerebrada y procaz, que pretende una vez más, como en Swiss Army Man, equilibrar lo cómico y lo sentimental, lo humano y lo sobrenatural, en un trabajo quizás excesivamente alargado en su metraje que, aunque discurra a velocidad de vértigo, acaba resultando de una dispersión a prueba de paciencias.
       Explicar la película puede ser casi tan absurdo como intentar comprenderla del todo, pero allá vamos, en unas líneas: una inmigrante china en EE UU, dueña de una lavandería —con un marido apocado, una hija lesbiana en una comunidad con tintes homófobos y un padre que no rige ya demasiado—, descubre en una oficina de impuestos que es la encargada de salvar el mundo gracias a su poder para dar equilibrio a los diversos universos. No piensen demasiado en Marvel ni en los superhéroes, porque tiene poco que ver, pese a las sobredosis de acción. Si acaso, vuelvan la vista a Matrix, aunque metida en una batidora de surrealismo y slapstick, de ternura y estupefacción. La obra de los Daniels está tan sobrecargada de ideas que es evidente que le sobran, pues no todas son buenas. Aunque siempre mejor que sobren a que falten.
        “Creaste un algoritmo que calcula qué acciones estadísticamente improbables te colocarán en un orden al borde el cúmulo local”, dice una de las frases. “El algoritmo de trayectoria estocástica funciona con funciones aleatorias”, dice otra. Obviamente, es demasiado, pero el remate puede hacer entender al lector ante qué tipo de envite estamos: “Evelyn, intenta saltar a otro universo. Hazte pis encima, suele salir bien”.
        Ahora bien, pese a la dificultad para seguir su endiablado ritmo, y a la discutible gracia de todos los gags, hay que agradecer a los Daniels su imparable inventiva, la estridencia del conjunto, su valentía y su libertinaje. Y, en fin, su apología de la bondad, la amabilidad y la ternura, en un mundo (o multiverso)” en el que lo surrealista es tan real como la película misma (este añadido es mío).
 https://elpais.com/cultura/2022-06-03/todo-a-la-vez-en-todas-partes-la-pelicula-mas-delirante-de-la-temporada.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario