sábado, 30 de abril de 2022

2189 (S 30/4/2022) El buenismo tóxico de nuestra querida izquierda

    Me refiero al reciente manifiesto de la izquierda rechazando las ayudas militares a la Ukrania invadida por los rusos. Lo que sigue es una reproducción-resumen de un texto de Paolo Flores d'Arcais.
    Estaremos todos de acuerdo en que no hay malentendido posible: el régimen de Putin es el responsable de esta guerra de efectos devastadores: muerte, destrucción y millones de personas obligadas a huir de sus hogares. Son cada día más numerosos y abominables los crímenes de guerra cuyo símbolo es la matanza de civiles en Bucha, pero cuya multiplicación sistemática nos obliga a reconocer que, para Putin, se trata de una estrategia: crear un desierto y llamarlo paz.
     Para este abominable Putin en cualquier lugar donde se hable ruso allí está Rusia, y esos países de falsa independencia deben volver a la madre Rusia. Es decir, ser anexionados. Ya lo hizo con Crimea en 2014, y pretende hacerlo ahora allí donde no se lo impidan. 
    Si queremos una paz “plena y duradera” para mañana, empezando con la “retirada de las tropas rusas”, es necesario, hoy mismo, de inmediato, si no puede ser ayer, proporcionar a la resistencia ucrania todas las armas necesarias para detener la invasión, algo que Podemos y los firmantes del reciente llamamiento NO quieren hacer.
    Escriben, en efecto, que “la escalada solo conducirá a más derramamiento de sangre, desplazamientos y daños económicos infligidos a personas inocentes”, pero lo que consideran “escalada” es precisamente el suministro de armas a la resistencia ucrania.
     A ver, razonemos. Razonad, compañeros de Podemos. Si a una persona que sufre una agresión, y tiene cinco o diez veces menos fuerza que el agresor, no se le dan los medios para reducir este desequilibrio de fuerzas, se está favoreciendo al agresor. Ayudando a Putin.
   Hablar de paz/retirada de las fuerzas rusas es un puro flatus vocis, si a las palabras no siguen las acciones para hacerlo efectivo, es decir, en el caso de la agresión imperialista de Putin, proporcionar todas las armas a la resistencia ucrania para que ese pueblo no acabe, en poco tiempo (¿semanas, días?), masacrado y esclavizado, a pesar de todo su heroísmo.
      Con esta propuesta estáis perdiendo toda credibilidad.
      Las buenas intenciones de nuestra querida izquierda ni siquiera son “buenismo” sino tan sólo una mera estupidez.

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