miércoles, 25 de marzo de 2020

2002 (X 25/3/2020) De aquellos polvos…

(Con el texto que sigue no niego que la pandemia sea real sino que tan sólo protesto contra las sobreactuaciones de todo tipo y en especial contra la histeria hiperbólica y continua de los medios de comunicación.)

Harto de los medios cuyo monotema es el coronavirus, pienso que la pandemia ha llenado hasta el último rincón de nuestra existencia. La radio misma también se ha contaminado y arrostra sus consecuencias: es ahora cuando aumenta la audiencia al estar confinada todo el día en casa, con todo el tiempo libre, y sin embargo las emisoras ven cómo se reducen sus ingresos por publicidad (un 70%!) al perder el interés los patrocinadores por decaer el consumo de sus productos y servicios ya que los clientes hibernan en sus madrigueras.
Lugar donde NO ingresan los que lo
provocaron  con  las  privatizaciones
      Las letales carencias hospitalarias actuales delatan la política sanitaria asesina de la derecha en España, que privatizó/externalizó los servicios públicos para hacer negocio con nuestra salud y que ya antes, en el año 2016, dejó morir a 20.000 pacientes de hepatitis C al demorar más de seis meses la distribución del fármaco AADS que lo curaba. (Para una muestra de los genocidios y otras gestas perpetradas por el Partido Podrido vide en este mismo blog la entrada nº 1618 del 18/6/2018.) Y sus responsables ahí siguen, para mayor sarcasmo haciéndose repetidas pruebas del Covid-19 mientras se les niega a los 5400 sanitarios infectados que los atienden arriesgando su salud (datos a fecha de hoy 25/3).
      En su artículo La histeria interminable Wolfgang Wodarg, reputado epidemiólogo y expresidente de la Comisión de la Salud del Consejo de Europa, así como Manuel Elkin, descubridor de la vacuna contra la malaria y Pablo Goldsmith, prestigioso virólogo, entre otros muchos científicos, cuestionan la ola de pánico creada en torno al coronavirus y las medidas desproporcionadas y contraproducentes que se están tomando en países como España. Mientras tanto, los medios siguen ignorando por completo estas voces, demasiado preocupados en el conteo de personas enfermas y fallecidas por un virus que parece ser el enemigo perfecto.(Vide http://diariodetierra.com/la-histeria-interminable/?fbclid=IwAR0BPDYuWz2YPD_0ipCeTRK08I614jh-XrwdoIyZC50MaKCqoCwdaG0IemU )
         A instancias de un entrevistador, Chomsky se pronuncia sobre la pandemia: “El asalto neoliberal ha dejado a los hospitales sin preparación. Un ejemplo entre otros: las camas de los hospitales han sido suprimidas en nombre de la “eficiencia”.
          Y sigue: “Esta crisis es el enésimo ejemplo del fracaso del mercado, al igual que lo es la amenaza de una catástrofe medioambiental. El gobierno y las multinacionales farmacéuticas sabían desde hace años que existía una gran probabilidad de que se produjera una grave pandemia, pero como no era bueno para los beneficios prepararse para ello, no se hizo nada”.

P/S:
Me mandan esto, que añado sin más:
Me gusta veros así, haciendo el ridículo, presos de la histeria. Me gusta sentir vuestro miedo, ver vuestras caras de angustia y desconcierto. Me encanta porque ese miedo, esa angustia, es la misma que sentíamos nosotros cuando vuestros políticos neoliberales cerraban hospitales y centros de salud. Esa incertidumbre es la que sentían los trabajadores de la sanidad cuando salían en marea a denunciar los recortes que estaban sufriendo. Mientras tanto, vosotros, que no veis más allá de lo que digan Marhuenda, Ana Rosa o Bertín, con la mochila llena de odio y sectarismo, arremetíais sin piedad contra ellos, porque es bien sabido que defender lo público es de comunistas y perroflautas. Y por ahí, vosotros, gente de bien que mea colonia y caga ositos de Tous, no ibais a pasar. Ni vosotros ni vuestra estupidez. Sí, estupidez, porque hay que ser muy imbéciles, pero que muy imbéciles, para aplaudir el desmantelamiento de nuestro sistema público de salud y defender el negocio de la sanidad privada. El capital lucrándose a costa de nuestra salud y vosotros soñando con compartir clínica con la jet set.
Y ahora que en la privada no quieren saber nada, ahora que vuestra enfermedad no es rentable, ahora que no os llega la camisa al cuerpo, ahora que estáis agotando el papel higiénico de la diarrea física y mental que arrastráis, no van a ser vuestro patriotismo, ni vuestras banderas, ni vuestros reyes, ni vuestros filántropos, quienes os salven el culo. Ahora que vuestro sistema naufraga, serán los profesionales del sistema público de salud quienes os mantengan a flote, esos a quienes no hace tanto denostabais.
Tarde o temprano, la tormenta pasará y volveréis a vuestro estado de estupidez habitual. Estoy seguro de que será así, porque para la necedad crónica no existe cura ni tratamiento.
Mi agradecimiento eterno a todos los profesionales, personal médico, administrativo, de limpieza, etcétera, que día a día, con su trabajo y compromiso, ponen en valor la sanidad pública.
Vosotros sois mi patria.


(Anónimo, S. XXI)

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