domingo, 4 de agosto de 2019

1894 (D 4/8/19) Por los pelos

Ya Freud nos desvelaba que la misoginia, que todos los varones más o menos padecemos, tiene su base en el pánico que nos embargó ante la primera visión del pubis de la hembra. Cabe sospechar que en ello se inspiró el icono de la Medusa, la de la cabellera con serpientes por cabellos, esa figura mítica griega que mataba con sólo mirarla.
       Aníbal Malvar se complace, y nos deleita, con juegos de palabras en su trabajo sobre Pelos en la lengua, en las axilas y en el coño: “No sé si fue en Cuarteto que Manuel Vázquez Montalbán describía el hallazgo casi traumático de la primera cana en el coño de una de las protagonistas. Una cana en el coño es el principio del fin. Nuestros pelos, como las uñas, siguen viviendo y creciendo cuando ya estamos muertos. La cultura popular no concede aforismo ninguno a la cutícula pero sí al cabello: dentro de cien años, todos calvos. Por no dejar a Thanatos sin su Eros, añadir este otro que, sin citarla, sexualiza a su modo la pilosidad: el hombre y el oso, cuanto más feo, más hermoso.(O sería más piloso?)
      En el Congreso Pedro Sánchez arremetió contra el Coletas. Pablo Iglesias, que no tiene un pelo de tonto, le contratacó como él sabe, sin pelos en la lengua. Abandoné el hemiciclo y me cité con mi psicóloga, la misma que me diagnosticó, entre otras veintitantas enfermedades mentales, la tricotilomanía: hábito recurrente e irresistible consistente en arrancarse el propio pelo.
           –Te llamo en un rato. Estoy en la pelu.
       Leo eldiario.es porque no hay nada mejor para que se te caiga el pelo que leer a la competencia informando más y mejor y más serio y tal. Y veo que mi adorada poliartista Paula Bonet se marca un derrame titulado Pelos en el coño: «Bajamos al Electropura. Me encuentro con un amigo de una amiga y al final de la noche acabamos en mi casa. Después de todo el magreo en el bar y de los lametazos en cara y tetas, el colega me baja la falda. Joder, Bonet, pensaba que lo llevarías más arregladito. Joder- Bonet- Arregladito. Sí, habéis leído bien: Pensaba que lo llevarías más arregladito. No supe mandar a aquel señor a la mierda y empecé a arreglarme el coño. Empecé a estar también más atenta a los sobacos y a las piernas. A mis casi treinta la broma Es que soy de Bellas Artes mientras levantaba un brazo empezó a perder la gracia». (No puedo traducirlo porque no sé en qué idioma habla.)
    “Finalmente, me voy a twitter, donde se censuran pelos y coños y mujeres lactantes y todo lo que no tenga que ver con la piadosa ingeniería financiera. Y me encuentro esto de un concejal del PP: Espero que si esta concejala llega a ser vicepresidenta del Gobierno se afeite antes los pelos del sobaco. Pelos en el sobaco y en el coño, vaya aberración proetarra, feminazi y separatista. En la próxima ley de igualdad, propongo que todos los congresistas, al pasar por el arco de seguridad del Congreso, se bajen los pantalones a ver si llevan pelos en los huevos. Este es el nivel de nuestra derecha liberal feminista. Una cosa que se han inventado para mirar las axilas de las mujeres. Ya que de las mujeres, aparte de un agujero físico e intelectual, no desean otra cosa que una depilación. Nivelazo político e intelectual. Pedro Sánchez, que ansiaba maridaje, complicidad y abstención de este PP de los sobacos, le va a ofrecer a Montero la vicepresidencia de depilación y láser, cargada de contenidos programáticos. Vete a depilar en vez de estudiar a Lacan, querida Irene, no vaya a ser que tu inteligencia no nos deje ver los pelos de tu coño. Con perdón. Pero así es como piensa esta gente a la que ruega la abstención (masculina y femenina) Pedro Sánchez.
        Y yo con estos pelos.

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