viernes, 21 de septiembre de 2018

1626 (LV 21/9/18) 3 razones para una triquiñuela

Con motivo del infausto poder concedido a la Cámara Alta por el PP en materia de control del déficit presupuestario, y del intento del gobierno actual de restablecer el estatus original del Senado modificándolo mediante un añadido en la ley Presupuestaria, lo cual es tan legal como legítimo, voy a añadir tres reflexiones para los que no estéis familiarizados con el tema:
      Uno, es práctica habitual, repito: habitual, tanto en las leyes presupuestarias del Estado como incluso de las autonómicas, utilizar los presupuestos para añadir y/o modificar restos incompletos de leyes aprobadas a lo largo del ejercicio que necesiten de este rango legislativo. Será incoherente, sí, incluso algo feo, pero es tan legal como legítimo. Así como rápido y eficaz. Os lo dice éste que trabajó en la intervención en la década de los 90 en la Junta de Andalucía.
       Dos. Esta práctica fue utilizada también anteriormente por Aznar y por Rajoy, pero de un modo anticonstitucional, y de una forma ilegal e ilegítima, ya que se trataba de leyes orgánicas que por su rango quedaban vulneradas. Se arrogaba así al Senado de una facultad que en principio no le pertenece.
     Tres, en el caso actual que nos ocupa, no se trata por tanto solamente de una práctica jurídica legal sino que restablece el orden constitucional prostituido por el gobierno de Rajoy.
     Está claro? podríamos añadir que el rechazo de la derecha reaccionaria es el mejor argumento a favor de esta iniciativa, pues es de todos conocida la capacidad de mentir y sabotear cualquier intento por el Ejecutivo o el Legislativo que intenten hacer algo que beneficie al interés general y no al de su partido. Pero estos temas ya me aburren y me dejan sin humor para arremeter contra ellos.

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