domingo, 7 de enero de 2018

1468 (D 7/1/18) Los catalanes entierran al PP

Ya el 1 de mayo del 2013 (vide entrada n. 671): "Mi Cataluña es mía", y más recientemente en la n. 1412 del 28/9/17: “Pujol corrupto y corruptor”, harto como tantos otros de la virulencia catalana grité: ¡porque si se trata de apropiarse el territorio, yo digo que Cataluña es mía, me oís?, Ca-ta-lu-ña es mí-a, tanto o más que vuestra!
     Pues bien, hora es de reconocer que algo bueno tendría que salir de tanto caos. Y ha ocurrido: los catalanes enterraron al PP, ejemplo de toda corrupción sin mezcla de bien alguno. Sin estridencias, sin escándalos. Por fin hicieron algo que merezca nuestro aplauso. No todo iba a ser locura. Sin violencia, bastó con ignorarlos. No los votaron, y la mafia corrupta se hundió en su propia ciénaga.
   Lo contradictorio es que todo el follón que armaron con la inmadura independencia no se dieran cuenta de que era un artificio de los corruptos catalanes para tapar sus vergüenzas. Han conseguido con el resto de España lo que no se permitieron a sí mismos, demostrarnos que a las mafias políticas (caso del PP) o la mística nacionalista (caso de los separatistas) basta con ignorarlas (en las urnas) para que se autodiluyan en la ausencia de la arena política.
En ese punto concreto han coincidido los fanáticos secesionistas con los moderados constitucionalistas. Y ved ahí el resultado, el efecto contundente expresando con su grito silencioso que en Cataluña no caben mafias políticas fascistas. A ver si ahora se lo aplican a sí mismos: que en Cataluña no cabe el fascismo nacionalista. Y a ver si se percatan de que actuando ambas mitades de los catalanes de forma conjunta, como han hecho en este caso, recuperaríamos todos el seny. Porque juntos, los dos bandos catalanes, haréis grandes cosas; enfrentados, os destrozaréis. Porque juntos, catalanes y españoles, haremos grandes cosas, separándonos nos perderíamos.
    Y además, tenéis que enseñarnos a este inculta sociedad política española cómo se libera un pueblo de la mierda del PP, coñe!

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