Vaso en forma de cuerno que representa la
abundancia, es como define la RAE la palabra Cornucopia. “Copia” en latín hace
referencia a lo numeroso, abundante, de donde deriva nuestro término “copioso”.
Con la domesticación del toro (5º milenio adne.) y la invención del
arado (circa 3000) el bóvido fue
adoptado como moneda de cambio (dinero primitivo). Su signo lo representaba el
cuerno y su significado era el de la abundancia, siendo un toro lo que figuraba
en la primera moneda metálica acuñada en Grecia, tanto que todavía el término
pecunia (pecus: ganado) significa
moneda o dinero y el término pecuniario alude al dinero en efectivo.
Convertido en símbolo de la riqueza, de la abundancia, desde el s.V
adne., Estambul, uno de los mayores (mejores?) puertos del mundo, que está
dividido por un estuario, a la entrada del estrecho del Bósforo, incita por su
forma a asociarlo al cuerno de la abundancia, dada la riqueza que genera su
comercio como puente entre Asia y Europa. De ahí que se lo conozca como “el
Cuerno de Oro”. Estambul, así, se divide en dos partes, la europea y la
asiática, y mantiene con su epíteto el origen del símbolo del toro para
expresar la prosperidad y la riqueza.
Dice Wikipedia, y nos parece muy bien, que en la mitología griega la
cabra Amaltea crió con su leche a Zeus (creo recordar que lo situaban en Creta)
quien, jugando con sus rayos, le rompió un cuerno a su ama de cría. Para
compensarla del daño, Zeus le dio a la cabra el poder de que, a quien poseyera
un cuerno caprino, se le concediese todo lo que deseara. De donde surgió su representación
como un cuerno repleto de frutos y flores. Y es con este cuerno con el que se
representa la imagen de la diosa Fortuna.
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