612 Talegón (2/3/13)

Talegón refrescante

Beatriz Talegón, Secretaria General de la Unión Internacional de las Juventudes Socialistas, soltó en Cascais, Portugal, aquello de que es un contrasentido que las reuniones de los socialistas tengan lugar en hoteles de cinco estrellas, con delegados llegando en coches de lujo, lo que muestra un alto grado de acomodación al poder económico y financiero, y a su estilo de vida. Para qué la que lió. Hasta algunos de sus compañeros de filas le reprocharon que debería empezar por ella misma, ya que también estaba allí, en el hotel de 5 estrellas. La mezquindad de esta reacción no merece ni siquiera un comentario. Pues no invalida lo que dijo. Desconozco las comodidades que Talegón se permite, pero si realmente las disfruta, se estaría quejando entonces incluso de sí misma. Es eso precisamente lo que Talegón denuncia. He leído verdaderos libelos difamatorios (a conciencia, la redundancia) contra esta muchacha refrescante. Y ése es el pecado de esta chica: ser quien es; ser como es, en comparación con los miserables que envidian su capacidad y amplio reconocimiento.

(Los argumentos personales, ad hominem, también conocidas como “descalificaciones personales”, los utilizan los torpes cuando se quedan sin razones contra sus oponentes, los cuales sufren entonces ataques personales como si con ello quedara invalidado lo que hayan expuesto. Es, entre otros, el “y tú,más”, que tanto vemos en las tertulias gallineros, como en la de Al Rojo Vivo, en La Sexta, de 12:30 a 2, donde se luce un magnífico ejemplo de esta retórica impotente en el personaje que encarna el director de La Razón, un tal Paco Marhuenda, creo que se llama, para quien todos los que opinan algo que no le gusta le parecen tontos o de izquierdas.)