domingo, 27 de enero de 2013

577 reflexiones y otros disparates del día (27/1/13)

Lecturas de terceros, ajenas pero cercanos

1. “Por vocación” (Elvira Lindo)

Escucho a Esperanza Aguirre defender su paso a la empresa privada diciendo que “la política no es una profesión, es un servicio público temporal”. En parte estoy de acuerdo. Sería deseable que los políticos tuvieran vocación de servicio público, aunque no creo que existan reglas que determinen si es más honesto quedarse lo que dura una legislatura o 22 años, como así estuvo la expresidenta madrileña. Lo que ocurre es que lo vocacional es un término pervertido en la política española. Por un lado, la vocación no puede ser un antídoto contra el amateurismo y en ocasiones lo es: políticos sin un discurso sólido, sin la capacidad de expresar más de tres ideas manidas valiéndose de frases de jerga. La política no tiene una carrera determinada, no hablo de titulados universitarios o de brillantes opositores a la abogacía del Estado, pero me provocan más confianza esas personas que se han enfrentado a los vaivenes de la vida laboral que esas otras que se amoldan a la horma de los partidos desde que son adolescentes y acaban siendo una especie de funcionarios, vocacionales o no. De cualquier manera, sorprende de pronto esta definición generosa del oficio en alguien que ha defendido su lugar en el poder con tanta furia. ¿La vocación es por el poder o por el servicio a la comunidad? Porque hay demasiadas pruebas para pensar que la vocación de servicio de Madrid provincia o de su Ayuntamiento está permanentemente focalizada en la familia y el cogollito de empresas amigas. Dan miedo unas vocaciones que de tan irreprimibles que son pueden conducir hasta el espionaje interno a cuenta del Estado para preservar el puesto. Prefiero individuos más transparentes, menos cínicos y arbitrarios a la hora de justificar sus actos.
            (La vocación política de Sancho Panza como posible gobernador de la ínsula Barataria se expresaba en estos términos, en relación con su sueldo: “de dineros folga que hablemos, mi señor, bastará que me pongáis donde lo haya”. Del resto ya se encargaría él.)

2. “Ruedan Cabezas” (Manuel Alcántara)

A las cabezas pensantes las han reemplazado por cabezas rodantes, una vez comprobado que hacen menos ruido ya que no tienen nada dentro. La guillotina, que como se sabe es el mejor remedio contra la caspa, también resulta eficaz para no tener que ir al peluquero y delegar en los segundos de abordo. Ana Botella, que iba para Ana Bolena, ha forzado la renuncia de su vicealcalde, dos meses después de la tragedia del Madrid Arena. Ella estaba de turismo o de campo o de vacaciones, cuando sucedió y el pueblo de Madrid no lo olvidara, pero ahí está su sustituto, alguien tiene que pagar los vidrios rotos y las vidas rotas. La misión de los inmediatamente inferiores es imprescindible, por que cuando van mal las cosas hay que prescindir de ellos para salvar el cargo. En el mismo trance se esté viendo Durán i Lleida, que no son dos, sino el único responsable del escándalo Pallerols, según dicen.
      Destituir a alguien no es más difícil que sustituirlo. Hay mucho donde escoger porque las vocaciones políticas abundan más que en cualquier otra época y siempre hay personas dispuestas a ocupar el puesto del defenestrado, que en ocasiones pasa a mejor vida, ya que le indemnizan por los servicios alquilados. En este momento hemos batido en España la plusmarca de imputados, de condenados y de presos. Hay más de 200, pero están desigualmente distribuidos en las languidecientes autonomías y como las cárceles se han quedado chicas únicamente cuatro de ellos han sido albergados. Un buen ladrón no se improvisa y sólo con la práctica adquiere la destreza necesaria para que, si lo echan de un sitio, lo coloquen inmediatamente en otro. (Las puertas giratorias han sido ya engrasadas con “tres en uno”.)
3. “Prostitutas y gorilas” ((Gabriela Cañas)
Resolver el problema de la prostitución no es sencillo. Ni siquiera hay consenso en el feminismo acerca de si esta es una actividad que debe ser permitida o perseguida. Tampoco hay unanimidad sobre la forma de regularla. Sin embargo no es este el auténtico problema, sino la casi certeza de que la mayoría de las mujeres que trabajan en los burdeles son prostitutas forzadas, víctimas de la trata de blancas, que viven en países distintos de los suyos, sojuzgadas, maltratadas y amedrentadas. De casos esporádicos que han salido a la luz –como el capo Cabeza de cerdo que se entregó a la policía el año pasado- sabemos de los métodos salvajes que utilizan algunos empresarios para convertir a estas mujeres en auténticas esclavas sexuales.
        ¿Por qué es tan difícil desenmascarar a los que se lucran de este negocio tan repugnante? Los países desarrollados disponemos de un sistema judicial que ha demostrado una altísima eficacia contra otros delitos. En lo que a prostitución forzada se refiere, sin embargo, parece bastar con que las supuestas víctimas aleguen el carácter voluntario de su actividad para abandonar los casos.
        En el Paradise de La Junquera hay 50 habitaciones y la plantilla es de un centenar de mujeres. Puede que, en contra de todas las estadísticas, todas ellas ejerzan libremente la prostitución. Ojalá, porque vista la violencia que se vive en La Junquera, esas mujeres necesitan protección, lo que con José Moreno, el dueño del prostíbulo, estaría asegurado, dado que posee también una empresa de seguridad. Este hombre, por cierto, fue condenado el año pasado a tres años de cárcel por dirigir una red que introducía ilegalmente mujeres en España.
        Seguimos enredados en disquisiciones morales, alegando la voluntariedad en cuanto alguien dice conocer a una que defiende su trabajo. Pero la realidad es, de seguro, bien distinta. La realidad es que en las carreteras españolas hay demasiados burdeles de tétrica apariencia, muchos de los cuales tienen rejas en las ventanas, lo que les asemeja más a una cárcel que a un motel, y que tener una empresa de seguridad es un detalle estremecedor para los malpensados que duden seriamente que esas mujeres actúan libremente frente a los gorilas del jefe.

No hay comentarios:

Publicar un comentario