1. Desigualdad de género
El talante doctrinario y misógino
de este Gobierno no es la mejor receta para ayudar a la igualdad de género que,
en España, retrocede cuando no se estanca. Si la política del PP aumenta la
brecha (el abismo, ya) entre las clases sociales, de la desigualad de género
qué vamos a contar. La entrada de la mujer en muchos “clubs” es una nota de
color que da caché. La división del Olimpo en seis mujeres y seis varones sólo
fue posible sometiendo a las hembras (como hijas: Artemisa, Atenea y Afrodita,
o hermanas: Hestia y Deméter, o esposa: Hera) al Padre Zeus. Artur Más ha colocado
tres mujeres entre 11 varones en el gobierno de la Generalitat. En la
estructura directiva del mundo empresarial el número de mujeres no ha pasado de
dos. La presencia de la mujer en la RAE es de un 8%o (un ocho por mil), pero si
María Moliner no fue miembro de ella no ocurrió porque fuera mujer, dicen los
varones, sino porque no era hombre. El gobierno actual suprime los organismos
encargados de fomentar la igualdad.
2. La UEFA instrumento de la Agencia
Tributaria
Nos hemos quejado en este blog de
que los clubs de fútbol pudieran recibir subvenciones de fondos públicos o
demorar sus pagos a instituciones públicas. Lo que paguen a los jugadores con
el dinero que el público quiera dar por ellos, no nos incumbe, pero los morosos
fiscales no tienen excusa. Y mira por donde nos sale un inspector de Hacienda
por medio de la UEFA (Unión del Fútbol Europeo) que deja al Málaga fuera de la
competición europea por no estar al corriente de sus pagos. Es más, la UEFA se autoembarga los pagos a
realizar por la Champions para abonarlos directamente a Hacienda. Aprende,
Montoro! Pues si los jugadores cobran al día, la mora debe de ser la que tienen
con Hacienda. Corregidme, si digo disparates, porque no lo tengo claro. Así es
como si ex Oriente lux (la luz llega
de Oriente, Mesopotamia, y no sólo por la estrella de los Reyes Magos), del
Norte nos llegará la disciplina y la coherencia (la sede de la UEFA está en
Nyon, Suiza).
3. Del dicho al hecho
Si no me arrepiento de nada de lo que hecho, y sí de todo lo que he dejado de hacer; y por el contrario me arrepiento de casi todo lo que he dicho y de casi nada de lo que me callé, qué debo hacer, o decir, en el futuro? Si lo que tengo que hacer es callar, no debo dejar de hacerlo. Pero si lo hago, mejor deberé callarlo.
Hemiola comenta: Totalmente cierto. Estamos retrocediendo un siglo en logros sociales y de
igualdad. Cuándo van a parar o cuándo vamos a protestar, pero bien alto!
"1.Una primitiva de 4 en el M.de Justicia
2. "
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Totalmente cierto. Estamos retrocediendo un sigloen logros sociales y de igualdad. Cuando van a parar o cuando vamos a protestar, pero bien alto!
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