1. Proyecto de nueva Constitución
Lo mejor es con frecuencia enemigo de lo bueno. (Y si no, que se lo digan a una amiga mía que, por esperar a su príncipe azul, ya ha cumplido los 90 y morirá virgen). Pero al tajo, que va en serio. El manifiesto que convoca a que acudamos el 25/9 al entorno del Congreso merece mi colaboración si lo "desmejoramos" en dos puntos: Uno, que no se pretenda un proceso constituyente nuevo que pondría en peligro la reforma política que se intenta, sino que se modere y se haga viable mediante la reforma de la Constitución vigente. Para ello procede formar un partido político nuevo (DR? democracia real?) con el contenido que todos ya sabemos (algunos habrá que debatir todavía), para que se presente a las nuevas elecciones, cuando las haya, o que uno de los partidos con presencia en el Congreso (me da igual Izquierda Unida o Plural, o UPyD o incluso el PSOE) incluya en su programa el articulado que les presentemos (destitución inmediata de los imputados, revocabilidad de los cargos de diputados por los votantes, derogación del artículo que impuso la disciplina alemana en la Constitución sobre los presupuestos, sueldos mínimos de los políticos a aprobar por los votantes, procesamiento inmediato de los corruptos que andan sueltos por ahí, por todas partes, devolución de lo robado o muchos años de prisión, en su defecto, impuestos progresivos con un 75% de gravamen para ingresos por encima del millón, persecución implacable del fraude fiscal, derogación de todos los recortes*, denuncia del Concordato eclesiástico y derogación fulminante de sus privilegios económicos y fiscales…, etc. etc.) y que los elegidos se sometan al control de los votantes. Dos, asegurarnos que el cambio se haga sin violencia confrontada con los agentes del orden, a quienes hay que ganarlos a nuestra causa. La sangre de los revolucionarios fecunda los predios de los terratenientes (no busquéis en Google, esto último es mío).
N/B: Ya sé que en mis entradas de este blog y en muchas de sus ilustraciones mando al carajo a todos los políticos y lo ilustro con patadas en sus traseros, que es lo que se merecen, pero no dejan de ser exabruptos radicales fruto de la irritación por los motivos que vemos cada día, abusando de la licencia literaria y el sentido figurado, por lo que pido disculpas (a los lectores, no a ellos). Y prometo moderarme, aunque sólo sea porque así cobran más fuerza los argumentos. Que sobran.
(*) En cuanto a la financiación del previsible desajuste presupuestario consecuente a la derogación de los recortes, entre tanto se cubriera con los ingresos fiscales propuestos, se haría con euros del BCE o, en su defecto, con pesetas emitidas por el BE en paralelo con los euros, si tuviéramos que llegar hasta ese extremo. El límite de euros en circulación no lo debe marcar el BCE sino la propia saturación de la masa monetaria e inflación consiguiente que sería bienvenida hasta un 4 ó un 5%. O sea, que o nos dan los euros que nosotros mismos nos daríamos, o cubrimos la deuda con pesetas. Eso sí que sería aplicarnos nuestra propia política económica y monetaria. Cómo se haría? Para eso están los técnicos.
2. La verdadera naturaleza de la democracia
Hablamos de la democracia real. Su verdadero sentido es el control de los poderes entre sí y por los ciudadanos cuya participación se supone continua, y no sólo en el momento de votar. Si el poder se desvía de su hoja de ruta programada y aceptada por la ciudadanía, ésta tiene el derecho (nadie se lo tiene que conceder) de exigir un referéndum sobre si quiere confirmar al gobierno o anticipar las elecciones. El mercado financiero debe ser regulado y el sistema financiero controlado por el Banco Central que a su vez se somete al Parlamento cuyos diputados están SOMETIDOS a los ciudadanos que son el poder popular. Lo repito: los políticos no mandan en los ciudadanos sino que tienen que servirlos. Dependen de sus votantes. Por eso el PP no es la solución sino el problema, porque sus intereses no son el país sino su partido. Si alguien, al cruzarnos, debiera bajar la vista, ésos serían ellos, y no nosotros. Podría continuar desarrollando este tema, pero me callo, para que lo escrito, a fuer de breve, cobre más fuerza, hasta comprobar que todos, todos, lo hayan entendido bien. Del todo. Señores diputados, qué coños hace esa valla con las que se enjaulan en el Congreso? Acaso se creen que la calle es suya?
3. Que se calle! coño! que se calle!
Que se calle de una vez el voceras gangoso ese que parece disfrutar, porque se ríe, cuando anuncia recortes y medidas draconianas contra la sociedad civil y que cada vez que abre la boca baja la bolsa y sube en picado la prima de riesgo. Porque, a falta de otra cosa, el agorero suelta disparates del estilo de “No hay dinero, señorías, a ver si me explico bien, que no hay dinero, me escuchan? no-hay-di-ne-ro”. Y el cretino se ríe. “No hay dinero para atender los servicios públicos (ninguno? sobran, pues, todos los Ministerios) ni para atender las nóminas…” etc. Y se ríe. Se conoce que le han dado instrucciones de hablar “claro” y sacando pecho, y lo hace de modo que ahuyenta a los inversores a los que debe captar, induciéndoles a la desconfianza. Además de inútil, bocazas. Sobra todo el gobierno, hay que hacerles dimitir, ya, pero en la cabeza de la fila que vaya este bochorno.
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