XXVI. reflexiones y otros disparates del día (26/07/11)

1. Últimas noticias del 15/M: no es una crisis, es que ya no te quiero

En una entrevista radiada ayer tarde, Pablo desde Jerez, Claudia desde Barcelona y Fabio desde Madrid (faltó Oscar) se expresaron como portavoces del movimiento 15/M asegurando que no les importa quién gane las elecciones y que no piensan competir. Sólo quieren, entre otros objetivos, forzar a que los gobiernos acepten que la política está en la calle,y como prioritarios, por urgentes, que tomen medidas para hacer las viviendas

asequibles y que los propios partidos depuren sus listas para limpiarlas de los imputados, además de modificar la Ley Electoral. Para ellos la credibilidad de los políticos es nula cuando hablan pero esperan que actúen. Otros objetivos han sido objeto de publicación en un libro que pienso comprar, leer y comentarlo aquí después. Prometido.

2. Sueño o realidad?

Cerró 40 centros de salud en Cataluña, como un ensayo, y ahorró un pastón. Luego los vendió para no dejar desatendido al personal y con ello engrosó las arcas públicas. (Los compradores aplicaron el "co-pago" al 100%.) Y vio que era bueno. Siguió con los centros de enseñanza primaria, y secundaria, y terciaria, y cuaternaria, y ahorró más y recaudó lo que no está escrito en los libros. Y no vio que fuera bueno sino que era mejor. Se acabaron las polémicas teorías, ni John M. Keynes ni Adam Smith, ni el Estado del Bienestar ni la Escuela de Chicago, ni papá Estado ni los neo.coms., sino tan sólo "la persona buena de Setzuan" de Beltort Brecht. La chusma que no pudiera pagar estos servicios siempre podría acudir a centros asistenciales (municipales, por más señas), teniendo lo que se merecen porque "no quieren trabajar", esos vagos redomados. Cuando le llegó el turno a las empresas públicas..., ay, madre! notó la sábana mojada. Le despertó de su sueño un disparo, en la calle, de madrugada. Era un perro con sarna que se había suicidado.
3. El lenguaje como causa y efecto de la cultura (vide XXIII.3, “latinajos…”)

La película My Fair Lady(*) es uno de los pocos casos en que un relato llevado al cine supera, para mi gusto, el texto original de la obra. El tema es la remodelación por Pigmalión (el coronel Pickering?) de una bella verdulera que encarna Audrey Hepburn. La tesis: que si la inculta aprende a hablar correctamente, Beethoven y el uso correcto de los cubiertos en la mesa le llegarán por añadidura. Si eso es así, y yo lo creo a pies juntillas, vivimos una etapa decadente a juzgar por el mal uso que hacemos de las palabras. Empezando por los profesionales de la locución y la escritura, periodistas, comentaristas y cronistas, en los medios de comunicación. Algunos incluso tartamudean, otros no saben leer, y los pocos que lo hacen bien sorprenden por lo escaso y le permiten a uno respirar aliviado. Todavía me escuece y chirría un titular de antesdeayer, domingo, en el diario de mayor circulación de nuestro país: PREVEEN… La cantidad de redactores, correctores, impresores… que han visto pasar ese error imperdonable por sus manos sin que ninguno sepa la diferencia entre pre-ver y pro-veer. Por ésas andamos a estas alturas.

     J.Marías imputa esta vulgaridad al “temor a la manada” -al tiempo que la fascinación por ella, añado yo- y el consiguiente “pánico al rechazo”, lo que les lleva a uniformarse con los demás, identificarse con la masa –que siempre tuvo dificultades para expresarse correctamente-, quizás efecto Peter Pan de una sobreprotección maternal en las generaciones actuales, sigo añadiendo con la mejor de las intenciones.
    Hay que añadir un doble ataque contra el lenguaje por los flancos, por un  lado las masacres ortográficas a que obligan los sms por el móvil y por el otro los eufemismos que nos impone la hipocresía internacional: "daños colaterales", "gastos sociales", flexibilidad laboral", "ataques preventivos"...

(*) Por cierto que la película que os recomendaba en XII.2, Inside Job, podéis buscarla y verla en Google: “Inside Job en español”.