lunes, 20 de mayo de 2024

2507 (L 20/5/2024) Tr39.Angel Vela, el archivo viviente de Triana

El Ombudsman de Triana. Si alguien tira una casa, o destroza un corral, o comete cualquier desafuero o agravio urbanístico, que sepa que Angel Vela tiene la casa, o el corral, o lo que sea en su archivo de fotos, postales, anuncios, cromos, o en la tebeoteca, para esgrimirlo como prueba de los que fue contra lo que fuere. Tres mil postales, algunas de las cuales han servido para la reciente publicación de El Monte de Sevilla; todas las casas de Triana fotografiadas; una colección de tebeos que utilizan desde las productoras cinematográficas hasta la TVE, y un archivo ordenado que puede ser utilizado por cualquiera, han convertido lo que fue un hobby de Angel en un acervo de interés colectivo que supera con mucho la intención original del Ombudsman. Lo siento, Angel, pero con el material que tienes ahí ya no puedes hacer lo que quieras. Tendrás que mantenerlo y aumentarlo, por mucho que te agrade.
         Eran las siete de la tarde cuando entré en su casa. Dos horas más tarde decidí que el que escribe estas columnas es un irresponsable si se atreve a seguir publicándolas sin haberse mamado toda la colección del Ombudsman, O sea, kaput.
         -El comic supera al cine. En realidad, es la esencia del cine. Los globos sonoros de las viñetas se adelantaron 27 años a la banda sonora del cinematógrafo. Mi afición al cine deriva de mi colección de tebeos.
        Angel sabe lo que dice. Aparte de que lleve razón casi siempre que habla, lo cual hace poco y mesurado, este hijo de alfarero nació en el Tejar del Husillo hace ya cuarenta años. Desde hace dos forma parte del Comité de Redacción del Revista de Triana. ¿Charlamos? Va:
        Toros? No. Feria? No. Rocío? No. Velá y Semana Santa, enteras. No es hermano de ninguna cofradía porque se siente de todas, en especial de estas cinco: la Esperanza, la Estrella, la de la O, la de la Salud de san Gonzalo y el Cachorro (la Expiración). “Yo no paso del Puente. Las veo todas dentro.”
         La Velá es una fiesta rivereña y, como la Semana Santa, es un foro de encuentro con amigos que se fueron y con tiempos pasados que se repiten idénticos. “En unos tiempos en que todo cambia tanto y tan deprisa, las imágenes y el movimiento de la Semana Santa, como los reencuentros en la Velá, permanecen idénticos a los de la niñez”, es el argumento de Angel Vela cuya obsesión es anclarse, él mismo y su entorno, en el tiempo. Lo cual consigue con sus colecciones.
               -Toreros de Triana.
  -Marchando. Veamos la T. Apunta: Belmonte, Gitanillo de Triana, Manuel Alvarez el Andaluz, Bombita, Varelito… -y así hasta no sé cuántos que no caben en esta media página- Pagés del Corro es la calle más torera del mundo, es decir, donde han nacido más toreros.
            -Otra vez los corrales de vecinos.
           -Otra vez los corrales de vecinos, sí, pero no en lo que tenían de miserables. Modernizados, como el Corral del Conde. Eso sí que es un hábitat de convivencia.
           Noto que se me está poniendo cara de cromo. Me veo en el espejo y contemplo con estupor cómo mi rostro se va volviendo plano y toma un color sepia. Froto mis piernas dormidas y mis manos me huelen a azafrán.
               -Lo curioso de Triana es cómo vuelven a ella los trianeros, a tomar una copa los que se fueron a rehabitar en el Trasbétere o a vestirse de hermanos los que vienen de Nueva York o Sudamérica.
           Le digo que sí, que el tema me impresiona, pero que debo irme, un compromiso urgente. Salgo con la espalda pegada a la pared para no dejar ver que mi espesura es la de una cuchilla de afeitar. O la de un cromo.
                  -Vuelve pronto.
                  -Seguro.
                Seguro que lo haré. Entre otras cosas para comprobar si, por segunda vez, después de dos horas y media con Angel, mi reloj sigue marcando exactamente la misma hora, las siete, que eran cuando entré. Es la primera vez que se me para. Ya en la calle se puso él solo en marcha.

sábado, 18 de mayo de 2024

2506 (S 18/5/2024) La eterna juventud

Aunque no viene a cuento, me apetece repetir esta entrada de diez años atrás:  999 (L 29/12/14) La eterna juventud

Ahora que llegamos al milenio (en el número de entradas de este blog) y nos acercamos al final de nuestro tiempo (de este año 2014 de la era cristiana), nos pondremos graves y reflexionaremos gravemente sobre el fin de un tiempo y nuestra sed de inmortalidad: Fausto, de Goethe, vendió su alma al diablo (Mefistófeles) a cambio de que éste le rejuveneciera para poder enamorar a la bella Margarita. Ya antes la ninfa Eco, para poder contemplar la belleza de Narciso, hizo que éste permaneciera joven y apuesto eternamente, sin dejar de contemplarse en el estanque-espejo, pero lo consiguió haciendo que durmiera sin despertar, lo que no deja de ser una muerte. Y Pigmalión consiguió de Afrodita que infundiera un alma a su escultura, Galatea, con la cual pudo fundirse. El Retrato de Dorian Gray, de Oscar Wilde, de temática faustiana, envejece con el tiempo mientras el retratado permanece eternamente joven. (Dorian terminará asesinando a su pintor Basil, a quien culpa de su “trágico destino”, y él mismo será asesinado por el personaje pintado que recuperará la edad de cuando fue pintado, mientras su cadáver acumula el paso de los años en su rostro arrugado.) En todos los casos el cumplimiento de este deseo aboca en tragedia. O sea, en la muerte.

 No se trata de la inmortalidad, no. Es más que eso. La inmortalidad no nos impediría envejecer, por lo que cada año que superviviéramos seríamos más desgraciados. De lo que realmente se trata es de vivir eternamente, pero sin envejecer, o sea, la "eterna juventud", que era la que le concedía la égida de cabra a Palas Atenea.
      Así que si la Muerte es Inevitable, Fatídica, Necesaria (la Ananké griega), intentemos entenderla. ¿Qué pasaría si no muriéramos ninguno? (sin dejar de reproducirnos, claro está). Pues que en cuatro días no cabríamos en el universo mundo. Ni podríamos abastecernos de suficientes recursos alimentarios. A no ser que nos alimentáramos devorándonos entre nosotros..., pero hemos partido de la base de que no muriéramos ninguno.

         Si no fuera por la Muerte, tampoco podríamos evolucionar, ni como especie ni como individuos. Las mutaciones nos permiten evolucionar genéticamente pero no a lo largo de nuestra vida sino sólo a través de nuestros descendientes. Eso en el campo genético. Y tampoco podríamos evolucionar en el campo cultural. El motor del cambio social es generacional. Son los adolescentes los que cambian el lenguaje, el vestuario, los gustos, las modas..., lo que nos obliga a aceptar que son ellos los que pueden hacer algo por el cambio. (Pero ojo, que la evolución sólo tiene lugar, o éxito, por la adaptación al medio, no por razones morales..., aunque éste es otro tema.) Así que el espacio que ahora nos reclaman nuestros hijos lo tendrán que ceder después ellos a los nietos. Tras su muerte, claro está.     


        Es ley natural que las plantas terminen sus ciclos muriendo ellas y "enterrándose" sus semillas que darán vida a las generaciones siguientes. Nosotros también nos enterramos, a esos mismos efectos, y hasta los hipogeos y cámaras funerarias de los faraones en las pirámides egipcias se adornaban con pinturas de motivos vegetales para asociarnos con ellas y así poder remedar sus ciclos regeneracionales. Sólo el disparate religioso y nuestra engreída y fatua soberbia pudieron hacer posible la fe en la inmortalidad celestial individual. La asociación entre la Muerte y la Fertilidad está bien representada en el esqueleto que porta una guadaña (para cosechar).

         Pero, a pesar de todo esto, supongamos que fuéramos inmortales. Os imagináis el aburrimiento?
           Es más; es la consciencia de nuestra mortalidad la que nos hace vivir apasionadamente. Y valdría la pena vivir sin entusiasmo? Yo me he atrevido a escribir que si en los mitos griegos Zeus copula tanto, como un desesperado, es porque sabe que un vástago suyo acabará con él, y el Padre de los dioses intenta afanosamente engendrarlo para ser asesinado y de este modo morir, emulando a los humanos. Porque los dioses "inmortales" están muertos, pues son puros conceptos, sin vida, mientras que los humanos, muriendo, la muerte nos hace inmortales (como especie).
              Y ya que este gobierno reclama la estabilidad como señuelo para intentar seguir gobernando, permitidme traer aquí lo que escribí en la entrada 707 del 7/6/13, "La muerte como base de la estabilidad":
 A este gobierno se le llena la boca de eufemismos y palabras que pronto se vuelven manidas, como por ejemplo la estabilidad. La estabilidad presupuestaria, la estabilidad social, la sostenibilidad… Lo que no sé si saben es el siguiente doble sentido de lo estable: Uno, que la raíz de estable es la misma que la de establecido, establecerse, acomodarse. 
     Por otro lado está la estabilidad que tienen y proporcionan los difuntos. El sentido de la muerte en nuestros antepasados no tenía nada que ver con el que tenemos ahora. Uno de los rasgos del Patriarcado cuyo comienzo situamos en el Neolítico, cuando conseguimos excedentes alimentarios, murallas y ejércitos para defenderlos (y metales para adornarnos, así como el sentido de la propiedad, o sea allá por el año 5000 adne), un rasgo patriarcal, repito, fue la proscripción de la muerte. En Delos, la isla donde nació Apolo, no podía morir nadie. Estaba prohibido. Los muertos se enterraban extra muros, declarando así a la muerte fuera de la ley (fuera de la ciudad). Y desde entonces temblamos ante ella. Negándola, nos sometimos fatalmente a ella. Pero no siempre fue así. Por el contrario nuestros ancestros veían la muerte como origen de la vida. Ya hemos hablado del enterramiento como un remedo del ciclo vegetal, inhumando al cadáver-semilla para que se reprodujera en otros miembros de la propia especie, como hacen las plantas todas las primaveras. Y dado que los egipcios se mantuvieron fieles a las viejas tradiciones, no sólo simulaban la ceremonia de la sed del rey egipcio (muerte simulada durante unos días) sino que concentraban su atención en los muertos, especialmente en el faraón, quien encarnaba la representación de su pueblo, para asegurarnos la protección y la reproducción de los vivos. (Sobre la evolución de la tumba a templo podéis ver la entrada nº 686 del 16/5/13.) “La estabilidad de la pirámide (y de su pueblo) la garantizaba un cadáver en su interior” (en el vientre de la Madre Tierra, de donde resurgirá(n) en la próxima “primavera”).
            Así que, tranquilo, 2014, alza esa frente, que el 2015 nace de ti.

jueves, 16 de mayo de 2024

2505 (J 16/5/2024) Tr38.Pablo del Barco,

        

pirueta en el vacío, escribe cuentos, mentira, son poemas, como es mentira que la Cenicienta perdiera un zapato, fue otra prenda, señor profesor, las palabras sólo sirven para incomunicarse, por eso hay que doblegarlas, jugar con las letras, saltarlas a trompicones, dibujar suspiros y eructos con ellas, zas! rataplam! corto y cambio, deja embarazadas a sus muñecas de trapo y enciende los fósforos en los glúteos de sus personajes, je! le llaman Pablo del Barco pero no se sabe bien, ni dónde estará mañana.

          yes? oui, a los 21 años, en el 64, daba clases de Historia Sagrada en el Seminario Diocesano de Burgos (¡?!) que le vio nacer, siendo luego profesor de Literatura en Jerez, desde el 70 hasta el 73, trabajó sobre poemas de Alberti y le cesaron acusándolo de insultos al Jefe del Estado (o por exhibicionismo?), después de lo cual se hizo Ejecutivo de Inversiones Hoteleras, lo que no le impedía ventosear en Sábado Gráfico o en El País, o en el Cocodrilo Leopoldo.
            desventurado, se aventura al Brasil donde conoció a la japonesa Yoko, ahora tan trianera como él. desde el 76 mora en Triana y da clases de Litera-qué? en la Facultad de Filosofía de la Muy Ilustre y Mariana Ciudad de Sevilla, cuya ruina denuncia en artículos y sátiras.
     “Arrayán Ediciones”, de literatura experimental e innovadora, es su arma y su castillo en la calle Pureza.
           de ella es la colección “Almatea” (SEVILLA  ES MUJER, poesías de mujer para mujeres), la de “Escritura 80” (LIBRO BLANCO PARA LA PAZ, DE Pablo el Loco) o de “Pliegos de la Mar” (también poesía), lo siento, Pablo, pero se me entiende todo.
               -y de Triana, qué?
              -ombligo del ombligo, se intuye la destrucción, pájaros y luces del atardecer, la hégira diáspora, la interferencia de foráneos. esas casas abandonadas que no son restauradas ya no acogen a los vecinos a las puertas del corral, mimetismo del señorito en busca de status a través de cofradías, decepción entre su historia, su fama y su imagen… y luego la realidad cobra vida cuando vuelven los exiliados de los barrios dormitorios…
         escribe, lee, dibuja, publica (“Cuentos para niños que nunca fueron” en Nueva Narrativa o “Juan de Mairena de Antonio Machado” en Alianza Editorial, o traducciones de escritores brasileros en Alfaguara, o posters y postales esperpénticos en su propia editorial.
             -en Semana Santa deberían recuperar su río con sentido lúdico.
               -por ejemplo?
              -por ejemplo: llenándolo de luces, colores y sonidos, rodeándole de un paseo marítimo iluminado en ambos lados, montando un jardín acuático, salvando a un “ahogado” simbólico por intoxicación cada año en una fecha señalada…
            tiene un perrigato de raza callejero que se llama Ben y viene y ronronea y se te sube a los pechos como un niño.
        es penoso que en España no haya una derecha aceptable. a pesar de los años de Gobierno no sigue siendo aceptable el PSOE? la izquierda ha sido rodeada, traición! no tiene otra salida que la acracia organizada o un liberalismo libertario, a mí los poetas! una copa? tengo orujo de Galicia. gracias, no fumo.
               -proyectos?
               -enamorarme.

lunes, 13 de mayo de 2024

2504 (L 13/5/2024) Más variedades, éstas de otro bazar

Millones de niñas practican una rutina de skincare, “cuidado facial”, desde los nueve años en adelante.
       El hashtag #SephoraKids acumula 400 millones de visualizaciones en TikTok y exhibe a niñas prescribiendo cosméticos como si fueran juguetes.

El vestido desnudo,
    nuevo modelo de moda, en  el  estreno  de  “Madame  Web”.

La nueva tendencia de las situationships -un vínculo casual consensuado por ambas partes, ni novios ni amigos ni follamigos ni ataduras- lejos de ser una excepción está de moda.

Argentina comenzó 2024 con una inflación del 20,6% en enero. El Gobierno de Javier Milei afirma estar “entusiasmadísimo” con su trabajo. La interanual es del 254,2%.

El lúcido David Trueba afirma que no se puede levantar una democracia sobre sociedades bañadas en un magma de rencores cruzados donde a unos les importa un carajo la suerte de los otros. Está bien. Pero si los otros, la derecha, no se comporta como debe, frenando lo necesario para que los cambios propugnados por la izquierda no se desboquen, lo cual defiendo y comparto, sino que se dedica a boicotear cualquier intento de progreso, como lo hacen estos acémilas que nos ha tocado soportar y que me provocan náuseas cada vez que los veo en la tele, en ese caso, David, yo ni me siento a su mesa ni acepto que se sienten a la mía. No reniego de la derecha, más aún defiendo la necesidad de su existencia, pero NO ESTA DERECHA cavernícola, analfabeta, falaz, vomitiva, mangante, insoportable, taimada, mentirosa, delincuente... y no sigo por falta de espacio para tanto.

Los supermercados cooperativos una buena idea. O al menos bienintencionada:

sábado, 11 de mayo de 2024

2503 (S 11/5/2024) Tr37. Paco Arcas (17/12/85)

Lo que viene son tres personajes singulares: Paco Arcas, el alcalde de Triana; Pablo del Barco, profesor de Literatura en la Universidad y propietario de una galería de arte, y Angel Vela, el archivo viviente de Triana. Vayamos uno por uno. Hoy el primero, Paco Arcas.

        El alcalde de Triana (q.e.p.d, + a los 80 años, el 8 de julio del 2022) era Delegado del Distrito, porque Triana no había conseguido todavía su autonomía municipal, pero así era como se le conocía en todo el barrio: como “el alcalde de Triana”. Afincado en el altillo de su bar La Golondrina, calle Antillano Campo 26, allí escribía yo mi crónica diaria en mi máquina Underwood y allí me instruía Paco sobre a quién tocaba entrevistar en ese día, previas sus valiosas informaciones de carácter personal.
          Vaya por delante, dadas las diversas interpretaciones que podrían darse del texto que subsigue, que Paco Arcas no necesita de mi apología, ni de la de nadie, para merecer el respeto y el aprecio -ganado a pulso, constancia y corazón- de los que goza como “alcalde de Triana”. Digo más: más que hablar de Paco Arcas, voy a recordar nuestro primer encuentro, con un final feliz, por cierto, y eso que acabamos de empezar. La cosa va de tapas. Hip!
          Goma dos. Explosivo, ojos saltones, más alto que sí mismo, Paco Arcas es lo más parecido al movimiento continuo. Lo dicho, goma dos.
           -Trianeros, gente que sienten y se mueven.
       -Vale, sienten, pero para qué se mueven?
          -Para sentir cosas distintas.
          -Yo es que cuando tapeo de bar en bar, en continuo movimiento, me mareo.
          No me ha escuchado. Está saludando a los dieciséis que beben a nuestro alrededor.
         A los dieciséis se fue a Madrid, a servir al Rey o a lo que fuera. Nueve años pasó navegando del Polo Norte al Polo Sur, buscando el centro de la Tierra. Siete más desnortao por Barcelona, y ahora lleva once en Triana, total cuarenta y tres.
        Cuarenta y tres juraría yo que alcanzan las tapas que llevamos, hip!, a lo largo de toda la calle Betis, dando traspiés de beodo que es exactamente como estoy. Oigo la insistente canción de la sirena de cuya seducción nadie consigue sustraerse: adobo, pijotas, acedías, puntillitas, boquerones, salmonetes, cazón, pez espá, camarones, chanquetes, salmón, huevas, aliño, pavías, calamares, chipirones, salpicón… Todo en seis metros cuadrados.
           A Triana se entra por las tapas. Salir por donde puedas, que ya volverás, pero entrar…, por derecho por la tapa. La Guía del Tapeo, de Juan Carlos Alonso, que Paco Arcas prologa, sólo con leerla ya emborracha. “La verdad no está en la tapa, sino en el juego coloquial de breves y graciosas peroratas. Emocionante cual ruleta rusa, si alguna te sienta mal, nunca sabrás cuál ha sido”. Pasamos de un tema a otro sin escalas, pues no hay quien pueda centrarse con tanto ajetreo. Pero Paco se cansa si se sienta.
         -Béticos seremos menos, pero armamos mucha más escandalera.
            -Otra, esta invito yo.
            -Pues yo la próxima.
          Y así hasta no sé cuántas. Esto tiene todas las trazas de no acabar jamás. Me siento a la deriva, me agarro a la barra, a lo que puedo. Hip!
             -Te encuentras bien?
             -Como nunca. Hip, hip!
       Movimiento. Nunca me encontré peor…, ni más a gusto. Me despierta el mesonero con una ametralladora: espinacas, espinacas con garbanzos,  potaje, remolacha, montaíto de lomo, pepito de jamón, sanjacobos, ragú con tomate y sin tomate, carne mechada en salsa, bisté, sangre encebollá, menúo-cabrilla-pinchitos-aliñopringáserranitosbeiconalroquefor…
             -Cómooo…?
             -Qué tal el homenaje a la Pasionaria?
             -Cumplió noventa el día de la Purísima… Ven, voy a presentarte, éste cuando toca el tambor se paraliza toda la calle Sierpes. Hasta el tiempo se para, en foto fija.
         Algo que no podrían hacerle a Paco Arcas, porque no hay quien le sujete dentro de un encuadre.
             -El exceso de cultura puede llevar al despotismo. Yo no me arrepiento de mis carencias y mis equivocaciones. Hay momentos en que para hacer bien hay que hacer cosas mal.
         En este primer encuentro Paco Arcas me abrumó con confidencias, tono amable y explosiones ingeniosas, profundas y sinceras, las más de ellas. Sólo que no me acuerdo de ninguna. Menos mal que tendremos ocasiones, nos lo hemos prometido, pero la próxima, sentados. El que quiera recordar todo lo que Paco Arcas habla tendrá que grabarlo con un magnetofón, pero escondido, porque su exhibicionismo no supera a su pudor. Y que se prepare a beber como una esponja. Yo terminé como se cuenta más abajo, pero él también llevaba ya lo suyo cuando (se) me agarró para identificár(se)me:
             -Dime, Juanjo, quién soy yo?
             Eres el contrapunto de ti mismo, pensé, pero ya no tenía fuerza para poder 
articular sonidos inteligibles. Con una lengua deslizante, pastosa, babosa, gangosa, intenté balbucear: Tú? Tú eres un esteta.
             Porque eso es lo que Paco…, hip, es. Un esteta, sí, señor. La gracia que tienen las tapas de Triana, hip! Y el que no esté de acuerdo, hip…, a ése yo le digo por mis… hip!
      -Vamos a seguir echándoles carnaza, Paco, corruptor de mayores, vacío malemérito del éxtasis.
           (Cuando leyó el texto no me corrigió nada. Sólo que añadiera una frase final que echaba de menos:)
           Aquí, un amigo.
                      

jueves, 9 de mayo de 2024

2502 (J 9/5/2024) Bazar de variedades

Lo que sucede en Gaza responde a un plan perfectamente organizado por parte de un Gobierno extremista y ultranacionalista que planea hacerse con territorios mediante la expulsión de sus actuales habitantes, y hacerlo con total impunidad.  Netanyahu lleva mucho tiempo planeando la ocupación y “limpieza étnica” de Gaza y Cisjordania. La idea de un único Estado israelo-palestino, con iguales derechos para todos sus ciudadanos siempre ha tropezado con la violenta oposición de los sectores religiosos y nacionalistas más radicales. 

La caridad se disfraza de activismo: más de 200 grandes fortunas internacionales firmaron un manifiesto durante la celebración del foro de Davos en el que instan a los líderes políticos a que graven más sus beneficios y su patrimonio para combatir la desigualdad en el mundo. Un pequeño porcentaje. La beneficencia derivó en filantropía, revestida de justicia fiscal, pero en el fondo sigue siendo limosnas, caridad.

Si la religión es el opio del pueblo, la esperanza es el cloroformo de los seres humanos. Con una esperanza de una vida mejor (la estafa llega a la venta de parcelas en el cielo) se aguantan mejor las carencias y desgracias de esta vida en la Tierra. Con la esperanza de lo que fuere, nos sometemos sumisos a nuestra situación actual por calamitosa que sea, sin rebelarnos contra ella.  Una zanahoria delante de las narices para que la mula camine adelante tirando del carro.  La Esperanza y la Religión se han mostrado como los instrumentos de manipulación más perversos y eficaces utilizados por las clases dominantes, la económica y la religiosa.

     En el mito de Pandora, su caja guardaba dentro todas las calamidades imaginables prestas a invadir el mundo. Y fue al abrirla que todas las desgracias y las enfermedades se expandieron sobre la especie humana. Sin embargo una se quedó en el fondo: la esperanza. Qué quisieron contarnos con esto? Por supuesto que su naturaleza era perversa, por eso estaba allí. Pero quería camuflarse? no era tan mala? quería engañarnos? era la peor de todas? la más falsa?

En nuestros medios nadie desmiente nada. Y una de las funciones principales del periodismo debería ser ésa: des-mentir. Detectar la mentira, desarmarla. Si no lo hacen, se resignan a ser los portavoces o altavoces de un idiota o un falsario, siempre so pretexto de retratar la realidad. Pero retratan, en realidad, a un sujeto que intenta falsear la realidad; si no son capaces de ponerlo en evidencia habrá que preguntarse para qué cuernos sirven. Es lógico que cada día se crea menos en la prensa, no? (Martín Caparrós dixit, y quién no, con él?).

martes, 7 de mayo de 2024

2501 (M 7/5/2024) Tr36.El Morapio

 

Gitano Ganímedes del Olimpo de Triana (gitano de dieciséis generaciones por lo menos, a cuatro por siglo) nació en la Cava de los Gitanos en el 44 y en el 64 se casaba con Carmen, del 49, con la que tiene dos hijos y dos nietos.
       -¿Qué es un gitano, Manuel?
    -Lo mismo que tú…, sólo que con pedigrí. Y un orgullo, Un sentimiento, un lenguaje, que por cierto yo he perdío. Una persona, normal, y a pesar de los pesares (o por causa de ellos), alegre. Una casta, raza pura.
      En las paredes, más de 500 fotos. Carteles de toros hasta de 1929. De mano los hay de 1890. Por eso aquí no se puede cantar, porque las paredes mugen.
       -¿Desde cuándo “el Morapio”?
       -Desde siempre.           
    Tapas: pringá, tortilla, potaje, pimientos aliñaos, huevos al Morapio, pringá, cardo de puchero, pinchos, pringá, remolacha, papas aliñás, pringá, toro casero… Su abuela le hizo buñuelos al rey Alfonso XIII, los que la guía del tapeo califica como tapas del café o del chocolate. Pa mojá.
          -Y Triana?
       -La capital de Sevilla. Más que el sitio es la gente. Aquí se adapta cualquiera pero nosotros no podemos vivir fuera de aquí. Y no hay gente de mala leche. Aquí lo tenemos todo. Menos cementerio. Será porque Triana lo es para vivir, no para morir.
            -¿Te han hecho muchas faenas?
      -Quién? no, nadie, nunca jamás. Tampoco yo las he hecho, que yo sepa. Hombre, alguna… Una vez entró un tío y pidió un negro y un blanco y una tapa. Se bebió el tinto y se comió la tapa, luego se asomó a la puerta y se fue. Dejó el blanco para el amigo. Otro: éste entró con un paquete envuelto en un periódico. Se tomó dos finos y se fue hacia la puerta. “Eh! le digo, que se deja el paquete!”. “Si no me marcho, ahora vuelvo”, me contestó. Y se fue. Al rato reviso el paquete que parecía de turrón duro de almendra… y era un ladrillo. ¿Eso es engañar? ¿Eso es hacer mal a nadie? Eso es arte. Eso es ganas de tomarse dos vinos.
             -Clientes.
             -Toreros, artistas, flamencos…, todos. Y algún que otro despistado como tú.
             -Has viajado al extranjero?
       -Sí, 2 días en Madrid. Estaba malo mi cuñao. Y 10 años viviendo en los Polínganos, desde el 65 hasta el 75. Qué jartá de viajes, quillo, todos los días yendo y viniendo a Triana.
              Le provoco comentando que los sevillanos prometen más de lo que dan, que no acuden a las citas… Se pone serio para contestarme.
         -Eso es por no saber negar. Porque quieren acogerte. Hasta si mienten lo hacen para hacerte más feliz. Te dan lo que tienen…, aunque sólo sean mentiras. Pero eso que me cuentas…, a mí no me ha ocurrío.
          ¿Semana Santa? Mu bonita. La Esperanza de Triana, por supuesto. Pero hermano de la cofradía de los Gitanos, hay que ayudarla, es la más pobre. De nazareno, no. ¿La Feria? Trabajando. ¿El Rocío? Vaya…, ve las carretas de Triana. ¿Y la Velá?
              -Pasé el palo de la cucaña de chiquillo. Patos no cogí ninguno. De chiquillo estrenábamos ropa.
                -¿Y la otra orilla?
             -¿Y por qué no? Desde allí se ve Triana. Además, añoramos el muelle de la sal.
              No encuentra foto suya para darme. La saca del llavero. Chiquitilla y del año catapún.
             -No me la pierdas, que es la que más le gusta a Carmen.
            Gitano Ganímedes del Morapio, se está bien con Manuel. Y con su gente. Y con la gente que viene aquí a beber, que todo se contagia.


domingo, 5 de mayo de 2024

2500 (D 5/5/2024) Los nuevos vampiros de ficción

Nuevo look y nuevas caras para los nuevos vampiros en las pantallas. “El vampiro es el único monstruo clásico que ha logrado adaptarse a los tiempos porque ha pasado de reflejar nuestros miedos a plasmar también nuestros deseos”, afirma David Remartínez, periodista y escritor en Salir de las tinieblas por la pasión: por qué los vampiros son los monstruos clásicos que mejor reflejan nuestros miedos y deseos | Placeres | S Moda | EL PAÍS (elpais.com).   Los protagonistas de las nuevas películas de vampiros son jóvenes, guapos, misteriosos, rebeldes y seductores. Ciertamente, para los adolescentes desear ser alternativo, especial y distinto al resto no es ninguna rareza. Y en estas propuestas audiovisuales se presenta al vampiro como un modelo aspiracional que resulta atractivo por sus tormentos y placeres, que coinciden con las turbulencias de la adolescencia: “tratan de una adolescencia de fantasía, donde sus sentimientos y poderes se oponen a los del mundo de los adultos”.
       En cuanto al erotismo romántico de las nuevas producciones audiovisuales, “los vampiros del siglo XXI pueden mantener relaciones sexuales, algo que antes tenían prohibido por la religión. Drácula mordía, pero no tenía sexo. Hoy los vampiros juveniles ni temen siquiera al sol, no te digo ya al crucifijo. Les aterra el desamor y eso explica por sí solo la evolución”. Y en Solo los amantes sobreviven, de Jim Jarmusch, en la que los protagonistas abrazan su intimidad reposando juntos en un sofá, visten ropas glamurosas, protegen sus ojos del sol ocultándolos tras unas Ray-Ban y viven rodeados de guitarras eléctricas, un montón de libros y un aura cool que los hace parecer estrellas de rock enamoradas.

La regeneración de la clase política podrida pasa por una recuperación de una justicia independiente y digna, empezando por la desinfección del Consejo General del Poder Judicial.

El neurocientífico Rodrigo Quian Quiroga dice que la inteligencia humana está basada en poder extraer lo que es esencial, dejar de lado los detalles y pensar sobre pensamientos. Y eso implica olvidar. Este nivel de abstracción es exclusivo de los humanos y esa es la gran peculiaridad de la memoria humana.

Un chaval de 22 años, el estadounidense Stanley Miller, le propuso a su jefe en 1952 uno de los experimentos más sencillos y ambiciosos de la historia: imitar en un recipiente de vidrio las condiciones de la Tierra primitiva, para ver si surgía de la nada algo parecido a la vida en su laboratorio de la Universidad de Chicago. Inyectaron amoniaco, metano, hidrógeno y vapor de agua para simular la atmósfera, aplicaron descargas eléctricas como si fueran tormentas y “¡Eureka!”: pronto aparecieron aminoácidos, los ladrillos de los seres vivos.

El equipo del geólogo español Juan Manuel García Ruiz repitió el experimento en 2021 en un recipiente de teflón y sorprendió al mundo: allí no apareció nada. “¡La clave era la sílice del vidrio!”, exclama el investigador, que acaba de recibir 10 millones de euros de la UE para estudiar el papel de la sílice (un mineral formado por silicio y oxígeno) en el origen de la vida en la Tierra.

viernes, 3 de mayo de 2024

2499 (V 3/5/2024) Tr35.El tele-asesino

 
No diré su nombre, y no para evitar que le encierren sino velando por mí: sé demasiado. También sé que después de publicar esta su historia, tendré que mudarme de barrio. Y desde luego, tomar otra copa con él, jamás. No dudaría en envenenar mi vaso durante mi ausencia en los lavabos. Cuando regreso a casa por las noches todos me parecen él.
        Lo que sí sé de él es que no dejaba huellas porque mataba a distancia. De ahí que sus hazañas fueran tele-asesinatos.
     El reparador de electrodomésticos (televisores, lavadoras, radios…) medio estropeados, nuestro teleasesino los remataba destrozándolos del todo para tener que suplirlos con repuestos nuevos, lo que me hace dudar de que fuera “trianero” cabal.
        En cuanto a su familia sólo diré que tenía siete hijos. Hasta que se enamoró: ella, gallega, de vacaciones en Triana, administrativa en el Ayuntamiento de un pueblo de Los Ancares de Lugo por el cupo de discapacitados intelectuales, no había conseguido comprar a crédito una moto porque era soltera y sufría de premoniciones. Poco agraciada, con una meningitis de pequeña mal curada que le había dejado secuelas y rasgos quasi-mongólicos, con más de treinta años y menos de un intento de seducción amorosa por parte de varón en toda su seca vida, se había vuelto hipersensible e introvertida.
         Pero, amigos, Cupido es así de imprevisible. El flechazo fue en Triana. Durante una semana no salieron del hotel en Castilleja -él se excusó con su mujer alegando un intenso trabajo en Chipiona y ella dejó el grupo de viaje organizado sin siquiera informarles al respecto- y cuando lo hicieron, esmayaos y con ojeras, se despidieron en la estación de Córdoba remedando los besos, abrazos y llantos de Humphrey Bogart e Ingrid Bergman al despedirse en el plano final de Casablanca. Lo peor vino después.
         Llegaban cartas de Galicia cada día; algunos, hasta tres. Ni su mujer ni sus siete hijos entendían cómo se habían podido perder al mismo tiempo las tres llaves del buzón. Los mensajes de amor eran tan tiernos como obscenos -ríete tú de las cartas entre Sartre y la Beauvoir- pero resultaban frescos y sinceros. Nació en ambos una nueva relación que los enganchó con más fuerza, si cabe, que la que les encadenó durante una semana en el hotel de Castilleja. El descaro y las fantasías de la gallega hacían la delicia de nuestro amigo fontanero que contestaba diariamente las misivas amorosas intentando torpemente emular las cándidas procacidades de su amada. Y eso que ella, nada más regresar a su pueblo, Piornedo,  en Los Ancares de Lugo, tuvo un infarto de miocardio que los médicos explicaron como “implosión emocional”. Le prohibieron las emociones fuertes, pero ella las recibía con entusiasmo todos los días cada vez que abría las cartas que llegaban con seis o siete fechas de retraso. Le daban hasta espasmos.
         El evitaba compromisos y esquivaba palabras tan rotundas como “amor”, “te necesito”, y otras por el estilo. Como nunca contestaba sobre el tema de un posible reencuentro -concretando fecha y sitio, pedía ella con insistencia en las tres últimas cartas, y eso que aún guardaba cama- dado el mosqueo y sospecha que había levantado en su mujer y sus hijos por encontrarse siempre ido, abstraído y distraído, y sobre todo por haber sido encontrada y leída una de las cartas llegadas de Galicia, la madre de sus hijos le puso contra la pared con un ultimátum: o iba él o iba ella. Estaba dispuesta a exigirle que eligiera entre la pelandusca o los ocho de familia.
          Y aquí fue cuando al protagonista de esta historia se le ocurrió la peregrina idea de acabar con su amada a telegramazos, poniendo siete veces TE QUIERO, nada más, las tres primeras entre STOPS y las cuatro últimas seguidas, sin punto ni STOP ni nada, para asfixiarle la respiración. Todo lo absurdo que queráis pero eso fue lo que pensó y eso lo que ejecutó, con todo el avieso propósito, convencido de que ella no podría con la emoción. Y así cuatro días seguidos. ¿Era, pues, o no era un asesino?
         Creedlo: el efecto fue fulminante. Cuando ella leyó el primero de los telegramas -no hicieron falta más- le estalló el corazón que le salió por la boca, es una forma de decirlo. Los detalles habría que preguntárselo a su amiga confidente que no se separaba de su cama pero que niega saber nada. “Asesino, asesino mío…” parece que susurró antes de morir fulminada. Las únicas declaraciones que han conseguido arrancarse de su amiga fueron:
        -Cómo la quiso! Ella murió de amor y felicidad,
       cumpliendo así el deseo de la difunta que, en su último suspiro, le había pedido no descubrir al asesino y encubrir el arma-telegrama del delito.
      Nuestro amigo, el perverso fontanero, no acudió al entierro pues nada se le comunicó oficialmente. Pero la drástica interrupción de la correspondencia daba fe del éxito. Y aparecieron las tres llaves del buzón.
           Tampoco se sintió culpable. Por el contrario se volvió más seguro y andaba más erguido: no cree que tenga rival en todo el orbe en materia de desate de pasiones. Pero yo sé que ha matado y que si pudo hacerlo una vez, lo podrá repetir tantas veces como quiera.