Lo que sigue
debería leerse con música de fondo, no sé si el Aleluya del Mesías de
Händel o el Requiem de Mozart.
Como ya
anunciábamos en la entrada 1770 del 30/3/19: “Ya llega el 5G”, “el
desembarco de las redes 5G prevista para el año 2021 viene acompañado de promesas de
velocidades de descarga inusitadas, de entornos de máquinas que se comunican
entre sí, de coches autónomos que, por fin, podrán circular, de intervenciones
quirúrgicas a distancia. Las compañías tecnológicas anuncian el advenimiento de
la enésima next big thing, el
enésimo gran acontecimiento que lo cambiará todo (y gracias al cual, de paso,
nos colocarán nuevos productos). Con su llegada, prometen, se abrirán por fin
las puertas a nuevos mundos de realidad aumentada y virtual. Pero hay que tener
presente la cara B del 5G: en un planeta hiperconectado pero hipervulnerable, las posibilidades de que seamos
hackeados, espiados y controlados por empresas y Gobiernos se multiplicarán.”
Y ya están trabajando en el G6!
Es una amenaza real que en 10 años
desaparecerán los teléfonos móviles? Podéis imaginar cómo sería, o será, la
nueva realidad?
“La información
viajará por bandas de alta frecuencia, habrá antenas por doquier —farolas,
mobiliario urbano— y por las nuevas autopistas de la información circularán
ingentes cantidades de datos. Eso permitirá ver a gente jugando a videojuegos
como Fortnite, League of Legends o Call
of Duty, que hoy día solo ofrecen buen resultado con la conexión
de casa, en el móvil; fábricas inteligentes con todas las máquinas de la
producción conectadas y compartiendo información, y algún día no muy lejano,
drones sustituyendo a los riders
(mensajeros) en los repartos a domicilio.”
En una casa
del Internet de las cosas, IoT (Internet of Things) un
hogar que se gobernará con el móvil, el aire acondicionado se accionará desde
el coche, antes de llegar a casa, con una orden de voz, la puerta se abrirá
cuando detecte nuestro teléfono, y al llegar a la nevera tendremos en ella una
pantalla desde la que pincharemos música, consultaremos el pronóstico del
tiempo o veremos las fotos del día…
Es en la coreana Seúl donde se está
cocinando el futuro de las telecomunicaciones, “una
ciudad que el filósofo esloveno Slavoj Zizek describía en
su libro Problemas en el paraíso como epítome
de un capitalismo tecnológico llevado al absurdo: trabajar hasta la extenuación
para consumir como si no hubiera un mañana.”
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