martes, 6 de diciembre de 2016

1329 (M 06/12/16) Posverdad, otra nueva palabra

Y ya que hablábamos ayer de nuevos palabros, tomad nota de este otro: posverdades: se trata de versiones que cuajan en la opinión por mor de las emociones más que por hechos objetivos. U séase, que bordean la mentira de la que son eufemismos. Pero añade este otro rasgo: el de que genera convicciones que se traducen en conductas masivas y/o individuales.
    Pueden darse en cualquier medio, pero es sin duda en las redes donde surgen como hongos ya que la masificación y el anonimato son un magnífico caldo de cultivo.
     Pidió el Papa el voto para Trump? nació Obama en Kenia o en Indonesia? sedujo Bill Clinton a una menor de 13 años? asesinó Hillary Clinton a un agente del FBI por hacer públicos sus e-mails privados? de verdad creía lo que prometió cuando dijo que iba a expulsar a no sé cuántos millones de indocumentados? (sería una mentira pero seguro que acojonó a más de uno) pensaba Trump levantar un muro en la frontera con México? y más aún hacérselo  pagar al gobierno mexicano? Estos ejemplos, todos tan absurdos como completamente falsos, sirven para explicar cómo las posverdades que arraigan en los receptores se traducen vga. en que Trump ganara las elecciones en USA.
      Facebook y Google se proponen controlar estas falacias. Pero cómo? Un algoritmo no puede detectarlas, pero sí podría identificar a sus autores, sugiere David Alandete. (Ni sé cómo funciona un algoritmo de este tipo ni soy capaz de imaginar cómo podría servir de algo.)
      Así que ya sabéis. En qué se parecen Trump y Rajoy? En que los dos mienten más que hablan. Pero ojo! que si las mentiras sirven o son aceptadas emocionalmente, dejan de ser mentiras para convertirse en posverdades. Capito?

      Y pensar que las mentiras de Rajoy no son tales sino simples posverdades!

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