La amnistía fiscal que prometía recuperar fondos
procedentes de fraudes fiscales por un tubo se quedó en cantidades ridículas
que por vergüenza no me atrevo a cuantificar. El motivo era que las bases tributables defraudadas eran mínimas porque su grueso quedaba exento por el tiempo transcurrido (fraudes prescritos).
Cuando Ciudadanos acordó con tambores y fanfarrias el pacto con el PP para
recuperar esos fondos escondidos, el partido del gobierno añadió ladinamente
que se haría “siempre de acuerdo con la normativa vigente”. Pocos podrían oponerse
a esto, aparentemente. Pero lo que esto significa es que son de aplicación los
plazos de prescripción, por lo que la situación no cambia un ápice: no se recuperará
ni un euro más de los pocos que sirvieron para reforzar el fraude fiscal. ¿Y
esto no lo sabía Garicano, el economista de Ciudadanos? ¿Y esto no lo sabía el ministro Montoro?
Pues claro que lo sabían! Entonces…? Entonces está claro que estos mangantes, todos,
practican el postureo más burdo utilizando gestos teatrales que aparentan lo contrario
de lo que va a ocurrir en realidad.
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