sábado, 22 de octubre de 2016

1289 (S 22/10/16) Exabrupto

  Sé que lo que voy a decir es inaceptable. Incluso para mí mismo, pero es que si no lo suelto reviento.
   Sé que el sufragio universal es una conquista en la evolución social de primera magnitud y que no se puede atacar, ni siquiera criticar, desde ningún punto de vista. Cada persona un voto, y punto.
 Todo eso está muy bien. Pero ¿cómo asimilamos que en España una gran parte de la masa electoral, incluso de minoría mayoritaria, aúpe al poder a una caterva de delincuentes? Y ahora, en USA ¿cómo pueden votar millones de retrasados mentales, analfabetos políticos, o lo que sean, a un energúmeno indeseable como es el Donald Trump?  O Berlusconi, por sólo citar a tres. Trump, Berlusconi y Rajoy son fruto de una elección del electorado. Y un electorado que vota a personajes como esos no puede, no debe, permitírsele que los vote impunemente. Algo habrá que hacer.
   Sé también que lo mejor es a menudo enemigo de lo bueno. Sobre todo cuando aquél es utópico y éste es viable. Y esto ocurre con frecuencia en la política que es el arte de lo posible, por lo que cuando la ideología y los principios entran en conflicto con la praxis, tiene que inclinarse por el pragmatismo.   
  La democracia ática no permitía votar a más del 10% de los atenienses, al quedar fuera las mujeres, esclavos, niños, extranjeros y metecos, hasta que los orfebres, artesanos y esclavos manumitidos pudieron acceder a la ciudadanía mediante su participación en la milicia adquiriendo el armamento con sus recursos propios. Era, pues, una aristocracia (aristós: los mejores), o si se quiere una polito-cracia (gobierno por los miembros de la ciudad), cuando la δήμος-cracia, gobierno por el pueblo, hacía referencia solamente a la circunscripción municipal. Ya sé, ya sé, que es una frivolidad sugerir esa limitación en los tiempos que vivimos…, pero visto lo visto, no puedo evitar cierta melancolía recordando viejos tiempos.
   Limitar el derecho de voto a aquellos que tengan sentido común y madurez suficiente para tomar decisiones por motivos objetivos no nos libra de la imposibilidad efectiva de imponer los criterios aplicables y elegir a los que deben decidirlo. Lo sé. Pero algo habría que hacer.
  Conscientes de que el sistema se ha demostrado francamente malo, nos hemos resignado aceptando que al menos es el menos malo. Pobre consuelo.
   Y también sé, por supuesto, que lo que he escrito es inaceptable. Incluso para mí mismo, pero es que si no lo suelto reviento.

P/S.: Con motivo del Día contra el cáncer de mama me envían este video para que lo difunda, cosa que hago. El 100% de los beneficios que obtenga irá destinado a la investigación del cáncer de mama:

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