viernes, 7 de octubre de 2016

1277 (V 07/10/16) Crónica de un sabotaje anunciado

¿Qué es mejor: una toma de decisiones por las bases, asamblearias de primer nivel, que llamaremos principales, por mayoría entre 190.000 militantes, o por el contrario una decisión tomada por los representantes elegidos, aunque sólo fueran 17, de segundo nivel o delegados, que llamaremos secundarias?. Este tema, de profundo calado, fue objeto de análisis en la entrada de ayer jueves 06/10.

    Otrosí, el día de autos 28/9 escribí: Complementando mi tweet del pasado 15/9 que rezaba:
   Tras el fiasco gallego y vasco, (el Secretario General del PSOE Pedro) Sánchez se matricula en un curso monográfico intensivo sobre “La Campana de Huesca",
   añado hoy, 5:30 pm del día 28/9, a la hora de los toros o del té, este otro:
   Los barones avezados, que se habían leído la historia de “La Campana de Huesca” (en su nueva versión de La Campana de Ferraz), se revolvieron y adelantaron a Sánchez cuya cabeza colgaron de badajo.
     Pedro Sánchez pudo y debió decidir el mismo 21 D lo mismo que ahora no le dejan hacer (cortando o no las cabeza de los barones rebeldes), ese gobierno alternativo que ya habría derogado las leyes draconianas de Rajoy y habría defenestrado al ínclito gerifalte que tanto daño nos ha hecho en tan sólo cuatro años.

    Porque, en efecto, ese mismo día 28/9 a las 5:30 de la tarde Susana la Andaluza Costurera mandaba a 17 de sus sicarios a perpetrar “legalmente” la toma de la Junta Directiva del PSOE, destituyendo al Secretario General elegido por los militantes. Fiat magnicidium, ordenó, y así se hizo, “y vio que era bueno”.
     Ha quedado claro que 17 del aparato tienen más fuerza que 190.000 militantes. De qué sirve que te voten la mayoría de los electores entre 190.000 militantes si luego bastan 17 barones para quitarte de en medio de un plumazo?

     Item más, posteriormente la Presidenta del PSOE, la conservadora y camaleónica Micaela Navarro, ha llegado a justificar este disparatado sabotaje contra la Junta Directiva  con el argumento reaccionario de que “alguien que tiene responsabilidades políticas tiene más conocimientos que un militante”, inclinándose con ello hacia una aristocracia política por encima de una democracia popular, con lo que se podría llegar a concluir que la soberanía no emana realmente, como creíamos, del pueblo llano sino de los políticos profesionales.
     Por eso, la consulta y posible aceptación de Sánchez por las bases podría haber dejado a Susana y sus fieles con el culo al aire. (Delataría su falta de representatividad.) Y eso es algo que los aparatos de los partidos consolidados (léase petrificados) no pueden consentir.

     El debilitamiento (más aún, suicidio?) consiguiente del PSOE le ha permitido a la mafia legalizada del gobierno en funciones miccionar (i.e., mearse) sobre su cadáver. ¿Qué otra cosa, si no, es el chantaje que pretende el PP amenazando con provocar unas terceras elecciones si el PSOE (o los restos que de él queden) no se somete a apuntalar este gobierno y sus políticas reaccionarias durante toda la próxima legislatura?

P/D: La exigencia de un compromiso del PSOE de apoyar las políticas del gobierno del PP como condición para que Rajoy aceptara la investidura no sólo sería humillante, inaceptable, surrealista, absurda e imposible sino que es de suponer que aparezca alguien con tres dedos de frente que desmienta o rectifique esa barbaridad.

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