17 miembros de la Junta Directiva del PSOE derrocan a su
Presidente y Secretario General del Partido que había sido elegido por los
militantes, y al parecer sin infringir los estatutos. Tiene esto sentido?
Los 17 sargentos chusqueros sonriendo ante la cámara |
¿Qué
es mejor: una toma de decisiones por las bases, asamblearias de primer nivel,
que llamaremos principales, o por los representantes elegidos, de segundo nivel
o delegados, que llamaremos secundarias? Respuesta: en principio son las bases
las que tienen la palabra. Sí. Pero siempre también la última palabra? Por otra
parte, sabemos que a menudo lo mejor es enemigo de lo bueno (cuando es
inviable, utópico, irreal, inoportuno, o por lo que sea, esto es, casi siempre).
Así que en ocasiones puede ser preferible tomar una decisión a nivel secundario
mejor que a nivel asambleario.
Que
la asamblea sea, por principio, la que debe tomar las decisiones, al ser una
cuestión de principio no es algo cuestionable. Pero sí es matizable. Hay
decisiones que no conviene, o no procede, o no se debe, tomarlas a nivel
asambleario. Dos ejemplos:
- uno,
la práctica cotidiana que al nivel representativo se vuelve eficaz mientras que
a nivel asambleario sería engorroso, imposible por insoportable;
- dos,
decisiones que lesionan intereses privados por prevalecer el interés general.
Sería el caso de reclutamiento militar, imponer tributos…, etc. Quién decide
entonces que hay un interés general que debe prevalecer sobre los particulares?
Los particulares serían jueces y partes al mismo tiempo por lo que el asunto debería
decidirse al nivel representativo o secundario. Que asuman el riesgo, para eso
se les ha otorgado la confianza. Quién sanciona si estas decisiones son
correctas?: las asambleas en tiempo y forma oportunos, siendo el caso principal
la ratificación o revocación del nombramiento representativo.
Todo
esto lo traigo a colación para aclarar la aparente incongruencia entre varios
textos que he escrito en facebook y en el blog. Así, me he pronunciado en
contra del excesivo uso de las asambleas en las tomas de decisiones. Pero
también:
“La
consulta, y posible aceptación de Sánchez por las bases (en caso de haberlas
consultado, como pretendía el Secretario General) podría haber dejado a Susana
y sus fieles con el culo al aire (por delatar su falta de representatividad). Y
eso es algo que los aparatos de los partidos no pueden consentir.”
Ambos textos parecen contradictorios pero se pueden complementar. De lo
que trato es de sugerir la conveniencia de no saturar las asambleas con
decisiones que, en su mayoría, deben ser tomadas a nivel representativo, o
delegado o secundario. Pero…
Pero
hay un caso, eso sí, entre otros muchos, en que se impone la decisión
asamblearia: cuando las bases opinan algo y los delegados lo contrario. Ha
ocurrido, por ejemplo, cuando los barones (nivel representativo, secundario)
críticos del PSOE han rechazado el nombramiento de su Secretario General
elegido por los militantes. Ante la duda se imponía haber consultado a las
bases. El procedimiento de desahucio (17 dimisiones en la Junta Directiva), por
muy estatutario que fuera, no fue de recibo y sí fue antidemocrático.
Por
eso me lamentaba en un tercer texto de ayer que “17 miembros del aparato del
partido (nivel de decisión secundario) tuvieran más fuerza que las bases
(190.000) que por mayoría nombraron en su día al Secretario General que ha sido
defenestrado por los críticos. De qué sirve que te voten la mayoría de 190.000
si luego bastan 17 barones para echarte?”
Por
eso también escribí este texto en el post del lunes pasado día 3/10: “La
re-generación del PSOE debe comenzar eliminando el lastre de ex-ministros y
barones, bloqueando por estatutos su acceso a la Directiva. (A quién
representan, HOY, los Bono, Corcuera, Gonzalez, Ibarra...?)”.
Y
por eso también llevaba razón Borrell cuando calificó este sabotaje de golpe
perpetrado por sargentos chusqueros. Aunque más tarde rectificó: sargentos
chusqueros, no; sólo cabos.
Dixi.
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