La política económica liberal europea por enésima
vez (no se cansan de repetirlo) es rechazada por el grupo de los 27 en Bratislava.
Aceptan que ha causado un gran daño en las clases trabajadoras a costa de las
cuales los ricos se han hecho mucho más ricos. Prometen enmendarse la plana con
una política expansiva (otra vez?) y más social que equilibre las desigualdades
económica y social, aunque sólo fuera para incentivar el consumo. Dicen que
quieren pagarnos más para que gastemos más, pero ni por esas llevan estas
promesas a la práctica.
Y no lo hacen porque ahí sigue, ahí sigue!, el
defensor a ultranza de una economía inflexible a favor de la banca alemana aunque
ello conlleve la muerte de miles de ciudadanos. Y ese genocida tiene nombre y
apellido, Jens Weidmann, presidente del Banco Federal alemán en Frankfurt.
Lo de “muerte
de miles de ciudadanos” (genocidio) no lo he dicho en sentido figurado: son muertes
reales, por recortes en gastos sanitarios (el caso de la hepatitis C en España,
valga un ejemplo, ha sido sangrante: 11 muertos diarios durante los 6 meses que
tardaron en distribuir el medicamento necesario, 2.000 fallecidos), por falta
de asistencia a dependientes, etc.. Y si la política era genocida (lo es, lo sigue
siendo, Rajoy persiste en mantenerla si gobierna), en ese caso los que la
aplican son su vez genocidas. O no? Hay muchas maneras de matar. Aunque los de
guante blanco no soportan que les salpique.
Jens Weidmann, presid. del Buba alemán |
Aunque fuera verdad que cambiaran de rumbo en la política económica asesina, eso no
sería suficiente si al frente del Buba lo siguiera presidiendo el ginesito de la
foto. Seguiría defendiendo los intereses financieros de los Bancos de Baviera por encima de las vidas de miles de europeos (los más pobres, claro.) Una patada en el trasero es lo que está pidiendo a gritos desde hace
cinco años, una patada en el culo, pero ya! por más que estos descerebrados serían
capaces de rendirle un homenaje.
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